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Multicines El Condado Cinemas 7.- Producción: Francia, Alemania y Bélgica, 2016.- Duración: 130 minutos.- Dirección: Paul Verhoeven.- Guión: David Birke basado en la novela de Philippe Djian.- Fotografía: Stéphane Fontanie.- Música: Anne Dudley.- Montaje: Jobter Burg.- Intérpretes: Isabelle Huppert, Laurent Lafitte, Anne Consigny, Charles Berling, Virginie Efira, Judith Magre, Christian Berkel, Jonas Bloquet, Alice Isaaz, Vimala Pons, Raphael Lenglet, Arthur Mazel, Lucas Prisor

Los primeros planos suponen una fuerte impresión para cualquier espectador. Una mujer es violada brutalmente en su hogar. El violador, cubierto con una máscara, perpetrada su vileza, se levanta, ajusta su ropa y huye. La mujer queda tendida en suelo exhausta, desolada, humillada, avasallada. Un gato contempla la escena con gesto indefinible. Desde esa impactante secuencia comprobamos que Paul Verhoeven ha vuelto a su cine más característico, lejos de esas producciones que le dieron mayor popularidad Robocop (1987), Instinto básico (1992), la discutida y discutible Show Girls (1995), y más próxima a títulos tan significativos en su filmografía como El hombre sin sombra (2000) y El libro negro (2006).

Elle, que desde su estreno en España el pasado mes de septiembre (ahora ha llegado a esta sala), figura entre las películas mejor valoradas por la crítica este año, se integra en ese ámbito violento que caracteriza el cine del realizador holandés afincado en Hollywood. Él lo ha dicho: "El universo es violento por definición y el sexo forma parte de él. El animal que seguimos siendo se comporta de manera violenta, agrediendo, matando y practicando la dominación sexual". Desgraciadamente la vida misma como lastimosamente contemplamos a diario. Con su peculiar arrojo, con su incontenible instinto provocador, con su incisiva visión de la moral y de los deseos inconfesos de la sociedad aparentemente biempensante, Paul Verhoeven, radiografía desde una perspectiva corrosiva e inmisericorde esos círculos sociales que muchas veces se manifiestan con cierta suficiencia e integridad.

En el capítulo de las "virtudes públicas, vicios privados" el realizador incide sin pudor y artificios en un conjunto entre laboral y familiar, muy singularmente este último, que celebra una Navidad tradicional, son creyentes y siguen los viajes del Papa en la televisión, en este caso durante el viaje de Sumo Pontífice a Santiago de Compostela. La particular mirada sobre la protagonista, una mujer en la madurez que dirige una empresa de videojuegos -lo que le permite exhibir sus monstruos robóticos de otros tiempos-, que silencia su violación y trama su venganza, ha supuesto otra de sus valientes transgresiones provocativas, lo que en principio planteaba problemas para su producción en Estados Unidos nada favorable al ambiente francés de la novela original, que al fin encontró en la puesta en escena de Verhoeven un ámbito fílmico más acorde con la libertad de su talante. Retraducida al francés como él mismo ha dicho la hace más propicia a ese arriesgado juego retorcido y fascinante que va transformando situaciones y personajes ante la asombrada e impresionada sorpresa del espectador. Ver la película, que tiene tanto de drama, como de thriller, de comedia irreverente y maliciosa, negra y sarcástica, seleccionada por Francia para los Oscar de Hollywood, en el idioma original francés, te permite, además de admirar la maestría excepcional de Isabelle Huppert, extraordinaria protagonista, dominando expresiones y gestos de pasmosa naturalidad, oír la admirable entonación de su voz, la matización exacta de su tono, la persuasiva convicción de sus frases. Y sobre todo la manera de encarnar a esta mujer decidida a reencontrarse con sus más turbadores deseos. Una gozada de cine con palabras mayúsculas. Sin duda lo mejor que hemos visto este año. Elle con su transgresora provocación, puede tener sus detractores y sus entusiastas admiradores pero sigue demostrando la gran capacidad de su director para interesar al más indiferente.