Dos exposiciones monográficas consagradas a Georges de La Tour en París, en 1972 y 1997, se cuentan entre las más vistas en la historia de Francia. Miguel Falomir, director adjunto de conservación e investigación del Museo del Prado, cargo en el que este experto en pintura italiana sucedió a Gabriele Finaldi, confía en que esta pequeña pero prodigiosa cita con La Tour descubra en España a un pintor cuya reputación entre el público internacional no deja de crecer.

"Para nosotros es un artista que se incorporó a nuestro catálogo recientemente, su primera obra llegó al Prado hace algo más de 20 años. Pero la calidad de esas dos piezas nos permite articular este proyecto que confirma que el Prado puede hacer exposiciones de artistas extranjeros al nivel de los principales museos internacionales; hace tiempo que dejó de ser, si alguna vez lo fue, una pinacoteca ensimismada en sus propias colecciones".

Aunque la pintura francesa no se cuenta entre la más representada en el Prado, sí es muy destacada su colección de obras de artistas franceses que trabajaron en Italia, como Poussin y Lorraine. "Son obras hechas en Italia y venidas desde allí, aunque ésa ha sido durante años la pintura francesa por excelencia, y a esto se debe el tardío aprecio de La Tour, que se aleja más del canon que prevaleció hasta el siglo XX". Por la vía de las donaciones es como se sigue incrementando la colección de pintura francesa del Prado, "pues en el contexto actual sólo podemos adquirir pintura española. En el mercado internacional no estamos en condiciones de competir con otros grandes museos y de ahí que esta muestra sea una exquisitez. Es difícil que aparezcan a la venta obras de La Tour de la categoría del Tocador de zanfoña del Prado".

En su agenda para 2016, Falomir incluye "dos proyectos fuertes con Sevilla": uno con el Bellas Artes, concretamente la muestra sobre Francisco Pacheco, maestro y suegro de Velázquez, y otro con Focus Abengoa y el Hospital de los Venerables sobre Murillo y Velázquez, cuyo comisario es precisamente Finaldi, hoy al frente de la National Gallery de Londres. "Para ambos vamos a ceder piezas muy importantes y me consta que serán dos grandes exposiciones", avanza.

En cambio, el Año Murillo, celebración del cuarto centenario del pintor que ha de impulsar su ciudad, no entra aún en la solicitada lista de préstamos del museo. "Todavía no ha habido una petición oficial de obras, con los trámites y papeleos que esto lleva aparejado. Lo cual no descarta que haya habido contactos institucionales", precisa.

Dice Falomir que 2015 fue un año "bueno", en el que se sintió la revitalización del turismo. Pero 2016 marcará sin duda una página histórica porque, concluye, "con la exposición de Ingres, que está funcionando muy bien, La Tour y sobre todo la de El Bosco que inauguraremos a finales de mayo, que será una verdadera locura, lograremos alcanzar e incluso superar los tres millones de visitas de nuestros mejores años".