Cultura

El 'Poeta en Nueva York' que quiso Lorca ve la luz

  • Esta edición, que se hace "con todas las cartas en la mano" según el catedrático Soria Olmedo, pone fin a la polémica de la división del poemario en dos libros

Pocas semanas antes de su muerte en Granada, Federico García Lorca llegó a Madrid para entregar a José Bergamín el manuscrito de Poeta en Nueva York. Ese día su amigo no estaba y dejó una nota en la que decía "volveré mañana" pero nunca más volvió. Ahora por primera vez una edición recoge este original tal y como él lo creó.

Esta edición, preparada por el hispanista británico Andrew A. Anderson, "sigue fielmente la última voluntad de Federico García Lorca" -según aclara la editorial Galaxia Gutenberg en un comunicado- y su publicación coincide además con la exposición que la Biblioteca Pública de Nueva York dedica al libro.

Hasta hace unos años, se sabía muy poco de aquel original que Lorca entregó al escritor José Bergamín días antes de que estallara la Guerra Civil. Aquel original, estructurado en 35 poemas y 10 secciones, acabaría convirtiéndose en una de las obras cumbres de la lírica del siglo XX en castellano.

Así, 77 años después de que el poeta entregara el original, sale a la luz este manuscrito, con las reproducciones de los originales mecanografiados y manuscritos, de cuya existencia y paradero se tenían hasta hace pocos años noticias inciertas, hasta que en 2003 la familia de García Lorca lo adquirió en una subasta por casi 200.000 euros.

Poeta en Nueva York, el poemario que marcó la modernidad en la poesía española junto con Diario de un poeta recién casado de Juan Ramón Jiménez, fue escrito por Lorca entre 1929 y 1930, durante su estancia en la Universidad de Columbia.

El poemario supone un giro radical en su evolución lírica, hasta entonces marcada por un profundo carácter popular: Poema del cante jondo, Romancero gitano.

Un texto apasionante y melancólico, vanguardista con influencias surrealistas y con las huellas de T. S. Eliot y Whitman en las que Lorca plasmó sus angustias, soledad, deseos y sueños inspirado por las calles de Nueva York.

Así, inspirándose en el paisaje urbano neoyorkino, Lorca compone un poemario intimista en el que habla de sueños, anhelos y frustraciones y sobre el que ondea la presencia de la muerte.

El texto pasó por muchos vaivenes, pues José Bergamín se lo llevó con él al exilio, primero a Francia y después a México, donde realizó una primera edición que apareció en México en 1940.

Durante muchas décadas el original permaneció en paradero desconocido hasta que fue descubierto en 1979 en manos de la actriz mexicana Manola Saavedra. Tras muchos litigios, la Fundación García Lorca lo consiguió en 2003.

La publicación esta semana de la primera edición del original de Poeta en Nueva York coincide con la gran exposición en la Biblioteca Pública de Nueva York, donde por primera vez se podrán contemplar los manuscritos, cartas, dibujos y documentos que componen el poemario.

Uno de los comisarios de la misma, el catedrático de Literatura de la UGR Andrés Soria Olmedo, uno de los máximos especialistas del poeta de Fuente Vaqueros, explicó ayer que el manuscrito Bergamín "en realidad se corresponde con lo que ya conocemos, de forma bastante exacta, pero esta edición se hace teniendo todas las cartas". Soria Olmedo considera que la publicación pone fin a la controversia que hubo durante un tiempo, que dividía la obra en dos volúmenes: Poeta en Nueva York y Tierra y luna. "Este manuscrito descarta la división, que es lo que siguen la mayoría de las ediciones".

"Lorca hizo esos poemas y, nada más volver, comenzó a trabajar en el teatro. Entonces cambió la situación política y se dedicó a dirigir La Barraca y a escribir obras dramáticas. Los poemas los iba publicando sueltos en revistas", relata el catedrático, quien cuenta que a la vez reflexionaba sobre cómo se iba a organizar el libro: qué secciones tendría, el orden de los poemas... "En cierto momento, hacia 1934, pensó en dividirlo en esos dos libros e hizo unas listas, que se conservan. El manuscrito no estaba, pero las listas sí, y se podía pensar que la organización era de Bergamín. Por eso se comenzó a trabajar como si esa organización no fuese algo provisional, como era, sino definitivo", apunta Soria.

La muestra, que estará abierta del 5 de abril al 20 de julio, marcará el inicio de un amplio programa de actividades que, bajo el título de Lorca in New York: A Celebration, homenajeará al poeta español esta primavera.

Comisariada por Christopher Maurer y Andrés Soria Olmedo, Back tomorrow: A poet in New York. Federico García Lorca plasma el proceso creativo que siguió en componer Poeta en Nueva York a través de 60 piezas entre manuscritos de primeros borradores y copias en limpio, libros raros o cartas que enviaba a su familia mientras lo escribía. También se exhibirán efectos personales como el pasaporte, la guitarra o la libreta de ahorros, dibujos y fotografías.

Pero lo más destacado será el manuscrito de su obra acompañado por los dibujos que el granadino realizó durante su estancia en la ciudad estadounidense, que por primera vez se exhibirá en público.

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