Literatura

El Planeta reivindica la “buena salud” del arte de contar historias

  • La editorial procura centrarse en la cuestión literaria en la rueda de prensa de la víspera del galardón.

  • 634 manuscritos, una cifra récord, se han presentado al premio.

El presidente del Grupo Planeta, José Creuheras (tercero por la derecha),  en Barcelona con los miembros del jurado (de izquierda a derecha) Alberto Blecua, Fernando Delgado, Rosa Regás, Carmen Posadas, Juan Eslava Galán y Pere Gimferrer.

El presidente del Grupo Planeta, José Creuheras (tercero por la derecha), en Barcelona con los miembros del jurado (de izquierda a derecha) Alberto Blecua, Fernando Delgado, Rosa Regás, Carmen Posadas, Juan Eslava Galán y Pere Gimferrer. / EFE

Desde la historia de un astrónomo del siglo XI “que podría compararse con El médico de Noah Gordon sin salir perdiendo” a una aproximación al drama de la eutanasia “que los personajes desenfadados y la gracia narrativa vuelven apetecible”; desde un thriller ambientado en la Venezuela de los 80 “con una ambientación excelente” a la peripecia romántica de una dama que a pesar de su enamoramiento quiere mantenerse soltera para poder dedicarse a su sueño de escribir. Del Premio Planeta, que este domingo encara la convocatoria número 66 de su historia y este año ha batido el récord de manuscritos recibidos, 634, puede salir la ficción más inesperada. Tal vez –es uno de los miembros del jurado, el escritor Juan Eslava Galán, quien va diseccionando los argumentos–, la crónica de una familia “con esqueletos en el armario” y en cuya casa cuelga “un cuadro misterioso”; o tal vez interese más al tribunal el relato de una mujer que busca a un amante fugaz y desconocido, una obra que sobresale por “una brillante exposición de emociones”.

Más allá del terremoto político ocasionado por el procés, desde Planeta quisieron resaltar este sábado el carácter de celebración del libro, de ese viejo arte de contar historias, que es la entrega de su premio más importante. El presidente del Grupo, José Creuheras, prefirió centrarse, sin evitar las preguntas incómodas, en la cuestión literaria y destacó la labor que ha realizado el galardón en la difusión de la narrativa. No dijo nombres, pero aludía a unos precedentes entre los que se encuentran grandes figuras como Vázquez Montalbán, Torrente Ballester o Vargas Llosa. “Cuando ves su historia, ves que en el Planeta están las mejores plumas del país, ves que todavía hoy goza de muy buena salud. Este año hemos alcanzado los 42 millones y medio de ejemplares vendidos, por lo que si hacemos el cálculo el promedio nos dice que en cada casa hay casi tres libros del premio”, apuntó el directivo, que quiso agradecer a los libreros que en estas décadas hayan sido un “puente con el lector”.

En el recorrido que hicieron los responsables del sello hubo lugar para la nostalgia –se defendió que pese a las nuevas tecnologías el oficio de editor seguía siendo el mismo que reivindicaba en su momento el fundador José Manuel Lara Hernández, que decía que su profesión no era más que poner en contacto a alguien con una historia que contar con alguien que desea leerla–, pero también se miró al presente y al futuro. El director del área de libros de Planeta, Jesús Badenes, analizó ante los periodistas el complejo pero estimulante estado del sector. “Ahora ha sido la Feria de Fránkfurt, que es el acontecimiento literario del año, y una cita como esa da lugar a todo tipo de conversaciones”, comenta el especialista. Entre los temas tratados, informa, está la “globalización de contenidos: antes, por ejemplo, las grandes librerías se planteaban para un consumo doméstico, ni siquiera una cadena de la importancia de Barnes & Noble se expandía fuera de Estados Unidos. Hoy, con Amazon, con Google, todo eso ha cambiado”, argumenta. El otro flanco que ha transformado el mundo del libro, asegura Badenes, es la “gran convergencia de formatos distintos en la industria de contenidos. Las grandes historias nacen en una novela, pero pasan a otros soportes, a la gran pantalla o incluso a un videojuego”.

¿Y cómo se reacciona a estos desafíos? A la globalización, adaptándose a otras lenguas, estando presentes en más de 15 países. Con propuestas como DeA Planeta Libri, que gracias a la alianza entre De Agostini y el Grupo Planeta comercializa libros en Italia, donde “este 2017 sacaremos más de 300 títulos allí, es un mercado apropiado para crecer”, valora Badenes, o con la apuesta que se ha hecho también en Brasil “que se complementa con nuestro trabajo previo en Portugal”. Y a la variedad de formatos, promoviendo la adaptación, al cine o a la pequeña pantalla, de textos como Palmeras en la nieve o El tiempo entre costuras. Las formas de leer cambian, pero “la esencia es la misma”, inciden desde Planeta, donde “con mucho orgullo” presumen de las buenas cifras conseguidas por Dolores Redondo y Marcos Chicot, ganadora y finalista del premio en el año anterior por Todo esto te daré y El asesinato de Sócrates. Quizás la prueba más evidente, para los editores, de que los tiempos cambian pero el amor por las ficciones permanece.

Al contrario de lo que ocurría en otras ediciones, en las que la víspera se propagaba el rumor de algún candidato de peso para el premio –¿cuántas veces se habrá dado por ganadores a Elvira Lindo o Javier Sierra, por ejemplo?–, este año en los pasillos los periodistas, tal vez más atentos a la cuestión catalana, no se esforzaban en barajar nombres, aunque sí pueda apuntarse una anécdota curiosa en este sentido: en las preguntas de la rueda de prensa, un reportero apuntó nada menos que la opción de Chiquito de la Calzada como un remedio feliz para este momento tenso en que al país se le ha congelado la sonrisa.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios