De seda y oro

Palos, tarde de reencuentro y despedida

AL final las tierras taurinas del Sur le van a servir al Fundi para despedirse del toreo esta tarde de otoño.

Quien ha pergueñado esta cartel sabe de que va este oficio de empresario. Saber donde está la máxima intensidad de la temporada, la ha buscado y la conseguido, y en eso Jorge Buendía ha tejido los mimbres de la máxima actualidad para Palos.

Porque si intensidad no es que ésta tarde en el coso palermo estén el protagonista de un reencuentro y quien protagoniza la despedida de un grandísimo profesional, díganme entonces donde está la intensidad de una tarde de toros con tanto dentro como tiene ésta tercera pinzoniana.

Se me había ido la mano a un titular que decía: José Pedro Prados despide esta tarde al Fundi. Y desde esa realidad es cierto que la persona despide al torero. A un torero que ha estado veinticinco años lidiando con toda la dureza de esta profesión, que no es poco, porque la dureza siempre la comprenden y la justiprecian los profesionales y contados aficionados, y apenas alcanza al premio de volverte a repetir con otra más dura. Pero la dureza de corridas correosas y ásperas no siempre la compra el público generalista, que se entretiene en vitorear otro tipo de toreo más artista y artístico.

De cualquier forma, el de Fuenlabrada se lleva lo más íntimo de una profesión difícil y al fin, las sensaciones de uno son lo más valioso para vivir una vida.

Hubiera sido goloso para ésta crónica encabezar con la nostalgia de Juan José Padilla. Hace justamente un año, desde estas páginas escribí que tras esa cornada de Juan José en Zaragoza, nadie debía cubrir su puesto ese día. La fortuna y su fuerza le ponen hoy en la suerte de hacer el paseíllo para sustituir a ese Padilla que por estas fechas andaba metido en una cama de hospital. ¡Que mejor sustitución que esa, podía caber hoy en la pinzoniana de Palos!

Padilla sabe también que las heridas de guerra pasaron factura a los voraces tendidos, pero que una carrera donde el toro duro de patas y bravura plena y toreo sobre las piernas durante muchas tardes, exigen mucha voluntad y mucha afición como para no mandar a hacer puñetas a rebaño y medio de mercachifles del toreo.

A Doblado le espero con ilusión porque está con fe y con más ganas que nunca. Y ha estado grande e importante en el campo con toros muy dulces unos y muy complicados otros. Pero ha sacado el gusto y el desparpajo de quien se siente reivindicado en esta plaza, y se que mañana la crónica debe contarles, a poco que los toros se lo permitan, que entre tanta efeméride, una faena de Pepe Doblado también quedó para la historia importante de esta plaza del Descubrimiento.

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