Cultura

Origen

Hace diez años, el británico Christopher Nolan sorprendió al mundo con un complejo filme llamado Memento, su segunda obra. La primera, Following, pasó sin pena ni gloria. Memento era una película contada al revés en la que nadie creía hasta que una productora independiente lo financió. Esto cada vez será más difícil, pues las empresas y las ramas de los grandes estudios que se dedican al cine más marginal están desapareciendo mientras refuerzan sus sectores de 3D. El caso es que Nolan se colocó de forma espectacular en el mapa con este inolvidable largometraje e inició una curiosa carrera donde se incardinó en el sistema, pero tocando sus límites. Tras Insomnio, un thriller ártico, aceptó renovar la desgastada serie Batman con Batman Begins, donde supo hacer una película personal a la vez que cumplió con las exigencias de los estudios. Volvió al personaje en la aún más contundente El caballero oscuro, a mayor gloria del malogrado Heath Ledger. En medio de sus Batman realizó El truco final. El prestigio.

En todos sus filmes Nolan ha hecho gala de una cierta visión más bien oscura del ser humano y su gusto por crear estructuras narrativas donde nada es lo que parece. Así, la historia que se monta Guy Pearce en Memento, el asesino amigo de Insomnio, el doble juego de Batman y Bruce Wayne -y de los villanos como Harvey Dos Caras- o el mundo de la magia en El truco final. Hoy presenta uno de los estrenos más esperados no de este verano tan aburrido cinematográficamente hablando, sino del año. Al revés que J.J. Abrams, Nolan no ha usado ni la propaganda vírica vía internet ni la convencional, dejando Origen en una penumbra de la que sólo se salva el espectacular trailer visto en el cine. Y es que los que la han visto se hacen cruces diciendo que puede ser el Matrix de la próxima década. Esta vez no se trata de un descanso entre dos entregas del hombre murciélago (la tercera se prevé para el verano de 2012), sino de un film que Nolan llevaba tiempo queriendo hacer.

Hace ocho años el director escribió el guión de Origen con su colaborador habitual, su propio hermano Jonathan. Ellos mismos confiesan que su inspiración fue variada. Desde Cronenberg a la saga del Doctor Mabuse de Fritz Lang, pasando por las fantasías de Borges. Y es que la cinta mezcla thriller con el onirismo más radical, ya que se sitúa en el resbaladizo mundo del subconsciente humano. Nolan ha contado con un reparto encabezado por Leonardo DiCaprio, Ellen Page, Marion Cotillard, Cillian Murphy, el recobrado Tom Berenger o Michael Caine. La película presenta a un sujeto que tiene una rara cualidad. Es capaz de entrar en la mente de las personas y robar sus ideas y pensamientos más profundos. Se gana la vida con ellos, magníficamente pagado por el gobierno o grandes empresas. Hasta que un día una de sus incursiones sale mal y empieza a tener problemas. Este hombre con tan curioso don depende de un equipo que le ayuda a entrar en el mundo del subconsciente, aunque a medida que avance la acción los límites con el real cada vez están menos claros. Esto es de lo poco que ha trascendido del filme, porque como dijimos al principio el secretismo para guardar la sorpresa ha sido total, con objeto que los espectadores puedan sorprenderse con la trama y el despliegue de efectos especiales. A partir de hoy podremos comprobar en nuestros cines si este Origen es de verdad la revolución que algunos pretenden.

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