Cultura

Ojo por ojo

Multicines La dehesa Islantilla, CinBox Aqualon Puerto Huelva y Al Andalus Punta Umbría.- Título original: Blitz.- Producción: Reino Unido, 2011.- Duración: 97 minutos.- Dirección: lliott Lester.- Guión: Nathan Parker, basado en la novela de Ken Bruen.- Fotografía: Rob Hardy.- Música: Ilan Eshkeri.- Montaje: john Gilbert.- Intérpertes: Jason Statham, Paddy Considine, Luke Evans, Aidan Gillen, Zawe Ashton, David Morrisey, Richard Riddell y Mark Rylance.

Si la relación cine y literatura ha sido siempre una especie de dicotomía proverbial para cualquier género, lo ha sido muy en particular para la narrativa policial. Sus raíces en los relatos de los grandes clásicos de las sagas policiales, han tenido siempre una continuidad que han trascendido a lo largo del tiempo. En ese apartado hemos de contar con Ken Bruen, una de cuyas novelas, Blitz, vemos ahora adaptada en esta película, que, si bien no aporta destacadas novedades, al menos, y ello es fundamental en este tipo de historias, intriga y resulta, al menos, entretenida.

Su principal protagonista, el inspector jofe Roberts, es un policía diligente, enérgico, dado a la violencia, habitual compulsivo en el consumo de alcohol, homófobo, es buena persona lo que le permite respetar a su superior que es homosexual, culto, refinado y más reflexivo. Su misión será detener a un asesino en serie que no para de asesinar policías. Los crímenes llaman la atención de todos los periódicos de Londres. El personaje interpretado por Paddy Considine se verá obligado a ponerse en la piel del policía Portter Nash, un agente homosexual que tendrá que colaborar con Brant, a pesar de su conocida homofobia.

Estamos ante un esquema narrativo y unas circunstancias muy habituales en el cine negro o la narrativa policial. Con ello las características propias de un policía expeditivo y sin complejos ni prejuicios a la hora de capturar delincuentes y acabar con ellos si es preciso. Quizás lo más destacado es esa colaboración nencesria e imprescindible entre dos tipos de agentes distanciados por su personalidad y orientación sexual. La película de Elliott Lester en este sentido es fiel al ojo por ojo y diente por diente de la ley bíblica. Es decir hacer justicia sin contemplaciones.

Sin llegar a los modelos clásicos y admirados del género, Blitz consigue entretener al espectador y tal vez interesar al público amante de este tipo de cine. Se prodigan la acción y las secuencias de intriga y ello contribuye a fomentar el interés por el relato. En este sentido Jason Statham nos familiariza como ya hizo en The mechanic (2011), de Simon West, con los héroes clásicos de los policías habituados a la guerra sucia y contundente de la calle y aplicar la justicia por su mano. El resto del reparto secunda con el mismo talante sus correspondientes cometidos.

En suma acción policial sin contemplaciones con algún que otro guiño humorístico que nunca viene mal ni en los dramas más violentos.

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