Nuevas leyes de la Música, de las Artes Escénicas y de los Archivos; las formas de remuneración de la propiedad intelectual y la aplicación de las medidas para la protección del patrimonio subacuático son algunas de las cuestiones que abordará el ministro de Cultura en la nueva legislatura. La continuidad de César Antonio Molina al frente del departamento le dará la posibilidad de planificar la política cultural de los próximos años después de haber tenido que dedicar sus nueve primeros meses en el Gobierno a atender cuestiones como las crisis de la Biblioteca Nacional y del Museo Reina Sofía o la tramitación parlamentaria de la Ley de Cine.

Pero Molina deberá resolver además asuntos pendientes de la pasada legislatura, como la devolución a la Generalitat de Cataluña de los documentos que aún se encuentran en el Archivo de Salamanca o el polémico canon digital. Los departamentos de Cultura e Industria aprobaron en diciembre pasado una propuesta de canon que está aún a la espera de aplicación.

Sobre su continuidad en el Gobierno, Molina ha afirmado que "es un gran honor poder seguir contribuyendo desde el mundo de la cultura al proyecto socialista del presidente Zapatero". "Creo -ha dicho- que en poco tiempo he podido demostrar mi larga experiencia y trayectoria en la gestión cultural, resolviendo conflictos graves y complicados, enquistados desde hacía mucho tiempo, haciendo partícipes a todo el mundo de la cultura de nuestro proyecto y nuestro trabajo".