Cultura

Melodrama romántico

Multicines Al Andalus Punta Umbría.- Producción: Alemania y Estados Unidos, 2011.- T.O.: 'Nie mehr ohnoe dich'.- Duración: 90 minutos.- Dirección: Stefan C. Schaefer.- Guión: Stefan C Schaefer y Christoph Silber.- Fotografía: Dan Hersey.- Música: Scott Jacoby.- Montaje: Lance Cain.- Intérpretes: Nicole Beharie, Ken Duken, Sharon Wilkins, Reg. E. Cathey, Marlene Forte, Robert Clohessy, Lawrence Saint-Victor, Francis Benhamou

Es difícil entender cómo entre los estrenos del último fin de semana en las salas españolas, bastante pródigo en títulos de cine actual -catorce nada menos, de los que aquí sólo han llegado cinco, de ellos un documental musical-, ha podido incluirse esta coproducción alemana y estadounidense de factura televisiva producida en el año 2011. Se trata de un drama romántico de características un tanto trasnochadas. El guión es del propio director y Christoph Silber, guionista de Good bye Lenin (2003), en el que se mezclan el amor, el destino y hasta la religión.

Efectivamente, nos cuenta cómo Niklas, que encarna Ken Duken, a quien recordarán de Malditos bastardos (2009), de Quentin Tarantino, llega a Nueva York procedente de Fráncfurt para clausurar una sucursal de la empresa y despedir a todos sus empleados. A primera hora de la mañana su misión ha terminado y le quedan once horas para tomar el vuelo de vuelta. Decide entrar en un bar, donde conoce a Leticia, una bella afroamericana que aspira a ser cantante. Niklas se enamora de ella, que acaba de entrar en la empresa que él ha cerrado. Es su primer trabajo y ha abandonado la casa de su padre, un pastor viudo que regenta una iglesia protestante en Brooklyn, que pasa por una complicada crisis económica. Con situaciones vitales muy distintas, su relación tendrá un destino incierto ante la evidencia. La productora fundada en 1997 por el director estadounidense Stefan C. Schaefer, ha tenido como propósito fundamental la producción de películas de costes limitados dedicándose a la difusión de valores cristianos, que sin embargo puedan favorecer los sentimientos de espectadores de distintas creencias. Con el tiempo estas producciones han adquirido unas características propias de telefilms de serie difundidas en televisión y en cierto modo propende fácilmente al melodrama. El film que hoy nos ocupa obedece a esos criterios.

Porque eso es lo que le ocurre a Mi último día sin ti, que, con cierta fluidez narrativa acentúa los trazos dramáticos con especial énfasis tratando de estimular la emotividad en los espectadores mediante una historia que en ocasiones ofrece planteamientos muy convencionales y un tanto delusorios. Contra la propuesta romántica del relato falla sensiblemente la relación de la pareja protagonista cuya química nunca ofrece rasgos persuasivos y sugestivos. En muchos momentos se advierte una cierta frialdad y los acontecimientos resultan en ocasiones demasiados previsibles. Es muy atractiva la banda sonora compuesta por Scott Jacoby que acentúa el carácter romántico de la película.

Quiroga

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