El ex beatle Paul McCartney ha comenzado el año nuevo en el Hospital, después de ser ingresado en una clínica privada para someterse a una necesaria operación de corazón. Al parecer, al beatle ya le habían diagnosticado ciertos problemas arteriales que requerían una intervención y el cantante no ha querido esperar más. A McCartney poco le ha servido ser estrictamente vegetariano para evitar los problemas de salud que en ocasiones produce el consumo de carne. Según The Sun, el cantante hacía tiempo que no se encontraba bien y las pruebas practicadas indicaron que necesitaba una intervención quirúrgica.