Cultura

Malos tiempos

Los tiempos no son precisamente buenos para el ámbito del audiovisual, sobre todo porque hay una serie de situaciones que atentan contra su supervivencia. El cine, que es el sector que a nosotros interesa, es uno de los más vulnerables cuando el estreno de las películas en las salas ni siquiera amortiza su coste en muchos casos. Sin el DVD y la televisión, el negocio se hace cada día más difícil y casi imposible. Sólo en el área del cine en casa se han reducido los ingresos en España de 430 millones de euros a menos de 150 en tan sólo cuatro años. El alquiler y la venta en los videoclubs ha descendido de manera alarmante y el cierre de estos establecimientos está a la orden del día. Más de 3.000 de estos negocios se han clausurado en los últimos cuatro años. Y con ellos salas de cine, empresas auxiliares, distribuidores, etc.

¿Cuál es el problema? Uno de ellos muy importante es el de la piratería y está produciendo pérdidas económicas sumamente cuantiosas ya que en España se descargaron en el último año más de 2.000 millones de canciones, 400 millones de películas y 60 millones de videojuegos. Es más que evidente que esto supone un desprecio o una ignorancia absoluta sobre los derechos de la propiedad intelectual y en general de cuantos crean y trabajan en la industria musical y audiovisual. Y es que cuantos ejercitan estas prácticas ilegales, las justifican y las permiten con su indiferencia, están contribuyendo a algo que perjudicará a todos. Porque con el tiempo esta industria desaparecerá y con ella el cine. Y así todos salimos perdiendo.

Esta vulneración cotidiana de la propiedad intelectual, la falta de normas que lo impidan y la notable ausencia de un desarrollo de ofertas legales atractivas y viables que garanticen el acceso a los contenidos de Internet, compatible con otras formas de explotación, está contribuyendo a la agravación del sector, que afecta sensiblemente a la difusión comercial de la música y esencialmente al audiovisual o videográfico, como han evidenciado los últimos estudios de estos mercados, menos apreciable en el sector cinematográfico de la exhibición, cuyas cifras han mejorado con respecto al año anterior.

Pero esto, que debiera merecernos un impulso optimista, puede ser un espejismo o una situación circunstancial que se produce, sobre todo, por el éxito de algunas películas en particular, la mayoría estadounidenses, que en los últimos meses han obtenido taquillas millonarias, en muchos de los casos con el resurgimiento del 3D, que parece potenciar los atractivos cinematográficos del momento. Una de ellas tan llamativa como Avatar (2009); Millennium 3 (2009), la española Que se mueran los feos (2009) y alguna otra que aún se mantiene en la cartelera y cuyos resultado en taquilla aún no se han contabilizado. Esperemos al balance del primer semestre del año para comprobar esa mejora en las taquillas españolas, que buena falta hace. Porque el Mundial de Sudáfrica ha dejado los cines desolados.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios