Llegada una edad, quien más, quien menos, tiene algo que ocultar. El asunto se vuelve mucho más siniestro cuando son unos números pensados al azar quienes nos delatan. Ése es el punto de partida de Sé lo que estás pensando, la carta de presentación de John Verdon, quien plantea la idea inicial de su primera novela a modo de pregunta: "¿Y si recibieras una nota anónima retándote a pensar un número del uno al 1000 y luego una segunda nota revelara la cifra exacta que has pensado?". Eso es precisamente lo que le sucede a Mark Mellery cuando piensa en el 658 tras recibir una carta firmada por el misterioso X. Arybdis. A partir de ese momento, se pondrá en contacto con David Gurney, el detective de homicidios más brillante del departamento de policía de Nueva York, ya retirado. Los dos, además ex compañeros de universidad, entrarán así en una espiral de amenazas endulzadas a través de la caligrafía delicada de unos poemas de creciente tono hostil.

En Sé lo que estás pensando los personajes, de una forma u otra, deberán enfrentarse a su pasado -accidentes, personas, vicios- así como a un escurridizo criminal que actúa con una premeditación pasmosa y cuyo nombre en clave sembrará el temor en el perspicaz Gurney. El ex investigador tendrá que hacer uso de todo su arsenal de conocimientos para resolver una serie de asesinatos en serie cometidos con un modus operandi excéntrico y a priori irresoluble donde los números marcarán la pauta. Y es que, tras el 658, el 19 se erigirá como segunda enigmática cifra sin relación aparente con Mellery, pero del mismo modo acertada por otra siniestra nota. En el encaje de este rompecabezas la esposa de Gurney jugará un papel fundamental, factor que no pasa desapercibido para los lectores ni para el escritor estadounidense, quien destaca a este medio a través del correo electrónico su "simpatía particular por Madeleine Gurney", quizás porque las esposas de los detectives en las historias de misterio "a menudo son tratadas bidimensionalmente, pero Madeleine es tan importante y está tan desarrollada en esta novela como su marido".

Para esta obra, la primera de un publicista de varias agencias de Manhattan retirado al entorno rural -al igual que su protagonista-, Verdon se ha valido de la experiencia proporcionada por las múltiples novelas policíacas que ha leído a lo largo de su vida -de las que se confiesa un lector empedernido-, además del estudio de varios libros empleados en las academias de policía para enseñar los métodos de investigación a los agentes. Su gusto por las novelas del género proviene por su similitud con la vida real. "La vida consiste en descubrir, en separar la verdad de la ilusión. Las buenas historias detectivescas son en última instancia sobre la vida real, sobre nosotros. Siempre he sentido que las novelas más satisfactorias son aquellas que reflejan los peligros y tragedias de la vida con claridad y proporcionan soluciones", apostilla Verdon.

Esta semana ha llegado a las librerías la séptima edición de Sé lo que estás pensando, un éxito de crítica y público que ha pillado desprevenido a su autor, quien dilucida que la buena aceptación de su obra se basa en "el modo en que combina el argumento de un thriller emocionante y complejo con la relación entre el detective y su mujer. Por un lado, los lectores se encuentran con una trama ágil y entretenida; y por otro, con unos personajes emocionalmente reales y una situación matrimonial fascinante".