Cultura

Jesús Domínguez pone en pie al teatro andaluz en su homenaje

  • El dramaturgo recibe el Premio Lorca de Honor por su contribución a la escena en Andalucía ante un público muy emocionado

No fue uno más, uno de esos momentos emotivos al uso en este tipo de actos. Fue muy especial y todos lo supieron. El homenajeado acudió en persona y estuvo a la altura en su agradecimiento. Y el público se emocionó como en ningún otro momento en las tres horas que duró la gala, puesto en pie, correspondiéndole con la más larga y cálida ovación, de las que sólo entiende su alcance la gente del teatro. Y así Jesús Domínguez sintió una vez más el cariño de los suyos, su admiración y su respeto por cuanto él significa para la escena andaluza, por todo lo que le ha aportado en los últimos 40 años y el importante legado que deja a todos los niveles.

El dramaturgo onubense recibió ayer el Premio Lorca de Honor de este año en reconocimiento a su trayectoria. Fue en la gala de la quinta edición de estos galardones concedidos por la Asociación de las Artes Escénicas de Andalucía (Aresan), entregados al mediodía de ayer en el Teatro Central de Sevilla.

El onubense valora el reconocimiento de sus compañeros por llegar "cuando estás vivo"

Si tiene un valor este reconocimiento es, precisamente, que sea concedido por los profesionales, rendidos al genio del onubense, como así se ha considerado siempre Domínguez, por más que naciera al otro lado del Estrecho.

Pero él aportó un significado más a tener en cuenta durante su breve pero intensa intervención tras recibir la placa con la mención. "Las cosas llegan cuando tienen que llegar, y es ahora cuando deben hacerlo porque los reconocimientos son mejores cuando estás vivo que cuando estás muerto". Así lo soltó ante el micrófono, con la eterna sonrisa que le ilumina estos años, acompañado unos pasos atrás por su inseparable María García, esposa, y por María Alfonsa Rosso, una de las grandes intérpretes andaluzas, muy emocionada.

Fue Rosso, junto a tres actrices de la compañía malagueña Teatro del Gato, la que le entregó el premio a Jesús Domínguez. Ellas pusieron en pie El hueso de la aceituna, en uno de los últimos montajes realizados sobre textos suyos, entre más de 60 obras escritas.

Aunque el onubense, más que dramaturgo, es hombre de teatro total: actor, director, promotor, gestor... En Huelva aportó, entre muchas cosas, la creación del Festival de Teatro y Danza Castillo de Niebla. Y a toda la profesión, en la comunidad, entre mucho más, la fundación e impulso de ACTA, la Asociación de Compañías Teatrales de Andalucía, que dirigió durante seis años, considerados claves para el fortalecimiento del sector. Razones siempre hay para homenajearle. En vida, como él dice.

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