TERMINADA la guerra, coge el timón del negocio Juan Salar López. El cine entra en una etapa muy familiar, ya que este hombre, dotado de un carácter excepcionalmente bonachón, permitía el 'fiao', esto es, dejaba entrar en el cine sin abonar nada en aquel momento, día o días más tarde pagaban el débito. A su muerte, continuó con el cine su viuda, Trinidad García Maraver. Como gerente durante estos años podemos mencionar a Fernando Moreno García, que posteriormente fue director de la Residencia Sanitaria 'Manuel Lois'.

En estos años de la postguerra, los cines 'Colon' y 'Oriente', al tener el mismo propietario, se inauguraban el mismo día (mediados de junio) y se clausuraban en sus exhibiciones el mismo día (segunda quincena de septiembre) y, además, las películas se las turnaban uno y otro cine. En este sentido, viñeta típica era ver a Barrera, empleado del cine, transportar en su bicicleta los rollos de película al Cine 'Colón'para que se proyectara las mismas cintas.

Como éxitos de este cine en los años cuarenta, destaquemos los que obtuvieron los filmes ¡Harka!, Torbellino, de Estrellita Castro; Currito de la Cruz, El difunto es un vivo, El hombre que se quiso matar, El niño de las coles, En un burro tres baturrosý ,Melodías de arrabal, con Carlos Gardel (la afluencia fue tan masiva que tuvieron que pedirle la autorización al Gobernador Civil para prolongar la sesión hasta el amanecer); Sombrero de copa, por Fred Astaire y Ginger Rogersý Como curiosidad, observamos que casi todas las películas citadas estaban filmadas en nuestro país, ya que la II Guerra Mundial impedía que llegaran los grandes éxitos del cine mundial.

Un asiduo espectador de este cine era José Mora Valencia, conocido con el remoquete de 'Pepe el Marinero'. Era tan corpulento, que adquiría dos entradas para distribuir su cuerpo en ellas.

En los años cincuenta el panorama cinematográfico cambió mucho: surge la hegemonía del cine norteamericano, se nota la fuerza del neorrealismo de la nouvelle vague, con sus escaramuzas iniciales y, además, surge un nuevo cine español con películas de calidad. Todas estas circunstancias conducen a un crecimiento extraordinario de los cines. El dueño del 'Oriente' decide transformarlo de cine de verano a sala cinematográfica de invierno.

Tras un dilatado período de tiempo en la reforma, el Sábado de Gloria de 1951, 24 de marzo, se inaugura la temporada y el 'Oriente' viste sus galas de invierno con la película El barco de la muerte. Al día siguiente, 'Odiel' informaba:

<<Con 'El barco de la muerte' fue inaugurado el Cine 'Oriente'. Con tres sesiones en las que se proyectó la citada película, inauguró ayer su nueva etapa el Cine Oriente, convertida en local cerrado tras una total reforma cuyas obras han durado largo tiempo. Viene esta sala a llenar un hueco que, en el aspecto cinematográfico, sentía uno de los barrios más importantes y populosos de Huelva y hemos de decir que lo llena cumplidamente, ya que ha quedado convertido en local grato y acogedor.

No responde el Cine Oriente actual a la general clasificación del 'cine de barrio', por tanto han sido cuidados sus detalles de acondicionamiento y decoración para hacerlo asequible a todo género de público.

En la amplia sala, decorada con colores claros, se alinean 432 butacas de preferencia y 208 de general, todas muy cómodas distribuidas en tres bloques con doble pasillo.

En el bonito vestíbulo ha sido instalado con gusto un bonito bar. En cuanto a detalles técnicos, cuenta la sala con equipo doble de proyección, y una perfecta instalación de vitrofilm, que garantiza una perfecta audición. También cuenta con alumbrado supletorio automático.

El activo empresario, don Juan Salar, que ayer recibió numerosísimas felicitaciones -siendo la más efectivaza excelente acogida que el 'público dispensó a la apertura del local- nos manifestó su propósito de ofrecer cuidados programas, a base de estrenos y primeros reestrenos que, sin duda, serán bien recibidos por el respetableý>>.