La Sala Siglo XXI de la Diputación de Huelva en el Museo Provincial acogerá desde ayer la exposición Angelitos negros del joven pintor afincado en Lepe Emilio Fornieles.

La serie Angelitos Negros está compuesta por obras en las que el autor plasma la imagen de niños africanos dibujados con gran realismo. Con ellas, el pintor, que era uno de los artistas predilectos del Premio Nobel de Literatura José Saramago, pretende reflejar "la forma precoz con la que algunas sociedades infantiles se desarrollan debido a las necesidades vitales, o por muchas otras razones que hacen que el niño se enfrente a problemas naturales como el establecimiento de normas morales y/o jerarquías, de inserción o, incluso en el peor de los casos, de definición de una sociedad".

El autor explica que estos retratos de pequeños "angelitos" reúnen parte de este comportamiento natural por el que se crea "una incongruencia entre edad cronológica y edad mental, considerando esta última como una edad de madurez y autosuficiencia".

"Angelitos negros puede resumir de manera simbólica todo un tema que va más allá de los convencionalismos como pobreza y hambre, temas que no dejan de ser quizás las causas principales por las que estos niños se construyen a sí mismos y olvidan que son niños", asegura Fornieles. Las piezas han sido realizadas con pintura plástica sobre madera.

La muestra permanecerá abierta al público en la Sala Siglo XXI del Museo Provincial hasta el 9 de enero con horario de 14:30 a 20:30 los martes, de 09:00 a 20:30 de miércoles a sábado y de 09:00 a 14:30 los domingos.

Francisco Dacotta, en elprólogo del catálogo de la exposición afirma que "aquí están estoa angelitos negros mostrando la historia que los envuelven; invitándonos a que alcamcemos con la imaginación al momento de sus idas inmeditamente después del que plasma la imagen del cuadro".

Antonio García gómez, director de la Escuela de Arte León Ortega de Huelva, explica que "desde que mis ojos entienden lo que miro, al bservar la obra de Emilio Fornieles, he sentido inquietud por esa aparente ausencia de ruido que he notado al admirar su obra".