Lucir esbelta y perfecta en un 'robado' en la playa tiene mérito. Pero hacerlo en la alfombra roja, después de horas de maquillaje y peluquería, o en un posado con pinta de haber borrado a golpe de Photoshop hasta el antojo heredado de mamá lo que tiene más bien es... afán de exhibicionismo, propio se entiende. De ello dan buena muestra esta semana en las portadas de las revistas Pe (Penélope Cruz) y El (Elsa Pataky) en el desfile de modelitos previo a la gala de los Globos de Oro y en un posado con miga respectivamente. Dejando de lado que Pe parece haberle cogido el punto a eso llamado Hollywood, las fotos de Pataky son de juzgado de guardia, y no por ella, que está estupendísima, ni por su novio, Adrien Brody, que está... bueno, está y no es poco. Al que deberían detener es al que eligió África para el bucólico reportaje. Bien que se atrevan con leones y otras fieras de atrezzo, pero lo de los niños y otros autóctonos, no tiene nombre. El remate lo pone la propia protagonista con sus declaraciones: "Este viaje ha cambiado mi punto de vista sobre la vida". ¡Y sólo ha ido para hacerse unas fotos! Si se hubiera llevado un año con Médicos Sin Fronteras, ¿qué hubiera dicho?