Cultura

Crisis de pareja

CineBox Aqualon Puerto Huelva.- T.O.: 'Scusa ma ti voglio sposare'.- Producción: Italia, 2010.- Duración: 106 minutos.- Dirección: Federico Moccia.- Guión: Federico Moccia, Chiara Barzini y Luca Infascelli basado en la novela de Federico Moccia.- Fotografía: Marcello Montarsi.- Música: Emmanuele Bossi y Zero Assoluto.- Montaje: Patrizio Marone.- Intérpretes: Raoul Bova, Michel Quattrociocche, Andre Montovoli, Luca Angeletti, Francesca Antonelli, Michelle Carpente, Francesco Apolloni

Difícilmente es posible encontrar en la cartelera española una película italiana. Lo es mucho más, casi imposible, en la de Huelva. Eso sí, cuando un film de esa nacionalidad triunfa con taquillas millonarias, no tarda en lograr su distribución y exhibición en nuestras salas. Si en su país de origen Perdona si te llamo amor (2008) fue un éxito extraordinario y supertaquillero, en España también escaló puestos de privilegio en las listas de las películas más comerciales el pasado año. Otro precedente notable fue Tres metros sobre el cielo (2010), producción española basada en otra novela de éxito del mismo autor y director, Federico Moccia.

Bien pues esto no es más que una secuela de la primera que era de esperar dado el predicamento que el libro original y la película correspondiente han tenido en el país latino, dirigida por el propio Federico Moccia. De nuevo el amor del cuarentón Alex, un ejecutivo publicitario de éxito, y la jovencísima Niki, de veinte años, representantes de unas generaciones que tienen sus estereotipos muy claros en Italia. Tres años después de iniciar su relación y jurarse amor eterno, la pareja se ve enfrentada al dilema del matrimonio. No hay una decisión firme, surgen las dudas, los temores y las tentaciones y el propio conflicto entre los convencionalismos sociales y el propio entorno.

En suma, un conflicto de pareja tan común en nuestro tiempo, con las peculiaridades, en este caso, de una sociedad tan singular como la italiana, siempre sorprendente y excesiva. Una generación definida por la propia película, que asegura: "Fue punk y luego se pasó al clavicémbalo". Moccia, el autor, por su parte, opina: "El amor es la belleza del cuento de hadas, pero también es el compromiso de un proyecto en común que crece, pero con el matrimonio también aumentan las dudas, los miedos y aparece la crisis". El éxito clamoroso de la película ha convencido a Moccia de que los jóvenes, sus multitudinarios espectadores, le comprenden y se identifican con su película.

Distintos son sus logros cinematográficos, más bien demasiado planos, excesivamente livianos y diferentes también su estimación crítica desde el punto de vista estético. En definitiva, el apunte positivo viene dado por esa nueva perspectiva que Federico Moccia ha proporcionado a la comedia romántica, dotándole de una especie de neorrealismo sentimental tan apreciado por buena parte del público joven que hoy frecuenta los cines.

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