Diana Navarro. Cantante.

"Conforme más he aprendido más me he dado cuenta de lo poco que sé"

  • La artista malagueña culmina su proyecto consagrado a la música de raíz española con 'Género Chica', un álbum en el que reinventa a su modo, entre el brillo clásico y el matiz contemporáneo, el repertorio de zarzuela.

Con su último disco recién salido, Género Chica, Diana Navarro, bajo la dirección musical de Miguel Ángel Collado, rinde homenaje a la Zarzuela y completa el proyecto en forma de trilogía dedicado a la música con raíz española tras Camino verde y Flamenco. Culminada esta aventura, la artista, una de las voces más portentosas de su generación, vaticina algunos cambios importantes, entre ellos su puesta de largo como actriz en la película Yocasta, que se estrenará en el próximo Festival de Málaga.

-Una primera aproximación a Género Chica invita a sospechar de un regusto clásico, pero una escucha a fondo revela una clara intención contemporánea. ¿Se siente a gusto entre dos aguas?

-El disco presenta un concepto sinfónico y electrónico con un sonido muy cinematográfico. Queríamos hacerle un vestido nuevo a la zarzuela, como ya hicimos con la copla en Camino verde, y acercar un género tan impresionante al gran público, que en muchos casos no lo conoce. Yo misma lo conocí en profundidad a partir de 2008, pero desde que Calderón de la Barca inventó la zarzuela en el siglo XVII fíjate si ha llovido. En este tiempo se ha ido desarrollando un repertorio bellísimo, con una riqueza armónica tremenda y un alcance lírico asombroso, lleno de picaresca.

-La selección del repertorio no debió ser sencilla, ¿qué criterios predominaron en las decisiones?

-En la selección del repertorio me echó una mano importante César Guerrero, un director muy vinculado a la zarzuela. Junto con José Luis Rupérez pusimos en marcha un proyecto para realizar unos programas de televisión con Antonio Banderas como presentador. Ese programa se iba a llamar precisamente Género Chica y presentaba ya un repertorio muy a mi medida. Al final no pudimos culminar el proyecto con Banderas por cuestiones de agenda, pero decidimos seguir adelante hasta sacar el álbum. Es cierto que el repertorio que presentamos aquí es mínimo y que podría haber entrado mucho más, pero lo mismo ocurría con el flamenco y la copla. Ya habrá tiempo para ir ampliándolo.

-¿Se siente cómoda interpretando este tipo de música, dado que es la primera vez que lo aborda?

-En realidad la zarzuela tiene mucha similitud con otras cosas que he hecho, tiene mucho de flamenco y de copla. Pero además tiene una parte lírica que me interesaba mucho, especialmente desde que hice 24 rosas. De alguna forma lo engloba todo, así que lo que hice fue impregnar mi manera de cantar, entre el flamenco y la saeta, de zarzuela. Creo que es el broche perfecto para culminar la trilogía sobre la música de raíz española.

-¿No puede resultar contraproducente esta apuesta al tratarse de un género menos conocido por el público, sobre todo el más joven?

-Todo es positivo. No somos pretenciosos. Queremos llegar al corazón de la gente con la verdad de nuestra música. No queremos ir de guays, sólo aportar nuestra visión a una música que me ha cautivado. Con Camino verde y con Flamenco hubo una expectación brutal, y estoy segura de que con este disco pasará igual. Creo que los puristas y los críticos también lo recibirán bien, porque propone una mirada distinta a la zarzuela.

-Como la copla, la zarzuela es teatro. ¿Cambiará su puesta en escena en consonancia?

-La puesta en escena para la próxima gira será sencilla por los tiempos que corren. Llevaremos dos formatos, uno más pequeñito y otro más de estreno. Había un proyecto muy bonito de montar una zarzuela completa, y la idea sigue adelante. Espero que podamos materializarla algún día.

-Una vez culminada la trilogía, ¿qué ha aprendido al hacerla?

-He aprendido todo lo que soy y aprendido que no sé nada de lo que soy. Nada más terminar el disco, me pregunté: "Y a partir de ahora, ¿qué?" Tengo muchas ideas y proyectos. Ahora atravieso un cambio profundo en mi vida personal y artística y me dispongo a dar un giro de 180 grados, en estética y en otras cosas. He cambiado de compañía, he cambiado de productor y ahora quedan muchas cosas, lo que he aprendido y lo que viene en el futuro, y conforme he ido aprendiendo más me he dado cuenta de lo poco que sé. Por eso tengo claro que lo mío es aprender, y que me moriré aprendiendo. Mi sentido de la vida es mejorar siempre como artista para llegar más y mejor al corazón de la gente.

-Con una nueva gira a la vista, ¿confía en sobreponerse a la subida del IVA?

-Es que de un 7% a un 21% no salen las cuentas. Ya nos han quitado hasta las distracciones. Eso sí, yo soy de las que se van a la carretera las veces que haga falta para que a mi gente le llegue mi música. Soy consciente de que mi público es mayoritariamente obrero y eso lo tengo muy presente. Quiero llegar a todo el mundo y me da igual la consideración social de cada uno. Pero parece que de pronto, para llegar a un determinado tipo de gente que lo va a tener muy difícil para comprar una entrada, va a haber que actuar gratis, en la calle. Es preocupante. Pero más preocupante es que tanta gente se esté quedando sin casa y sin trabajo.

-Por cierto, ¿tiene cerrada ya alguna fecha para actuar en Málaga?

-La cerraremos en enero. Después de un cambio de compañía hay que volver a hacer muchas cosas desde el principio. Pero vendremos a presentar el disco, seguro.

-¿Seguirá siendo el repertorio popular su mejor aliado?

-Siempre. Es la universidad. Hay que ir al origen para ser original. Es como un manual que se lleva encima y que consultas a cada rato.

-¿No le pide el cuerpo hacer un disco de jazz?

-Sí, y de qué manera. Un disco de jazz clásico, a lo Ella Fitzgerald. No será lo próximo que haga, pero seguro que lo haré algún día.

-¿Hay alguna clase de error que teme cometer especialmente?

-Sí. Pero nunca se puede decir nunca. No se puede andar por ahí con miedo a equivocarse.

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