Crítica de Cinefilasiete

Cine negro con tintes de terror

'la madriguera'HHHHH

Multicines La Dehesa Islantilla.- Producción: España, 2016.- Duración: 102 minutos.- Dirección: Kurro González.- Guión: Francisco Conde y Kurro González.- Fotografía: Alberto Muñoz Oliva.- Música: Luis Herrero, The Youth.- Montaje: Kurro González y Pablo Mas Serra.- Intérpretes: Francisco Conde, Adriana Torrebejano, Cristina Castaño, Carlos Santos, Javier Mora

No lo he escrito nunca en mis críticas pero me contraría bastante que se repitan los títulos de las películas. Para cualquier veterano conocedor del cine el de esta película les recordará La madriguera, dirigida en 1969 por Carlos Saura. Por supuesto que no tiene nada que ver con la que hoy nos ocupa y no es la primera vez que ocurre.

Por cierto que esta película se estrenó en otra sala de la capital pero no duró más que una semana en cartel. En las novedades que nos ha brindado la cartelera de los últimos días con fiestas de por medio, esta producción española aparece de nuevo en otra sala. Estamos ante esa tendencia de la cinematografía española en la que pone de nuevo la vista en el género de suspense, como suele decirse, el cine negro o policiaco con tintes en ocasiones de signo terrorífico. Una modalidad, por otra parte, en la que nuestro cine, salvo raras y honrosas excepciones, no ha brillado a gran altura.

En este debut en el largometraje de Kurro González, nos cuenta como tras un trágico suceso Carlos, un escritor de éxito, ha perdido su inspiración y las ganas de escribir. La editora de sus libros le conmina a que cumpla cuanto antes con su contrato y termine su novela. El editor para tratar de estimular al autor le envía a Caterina, una joven ayudante entusiasta de las obras de Carlos. Ante la actitud pasiva de él, ella le pide una oportunidad para ayudarle. La presencia de la joven parece que causa efecto en el ánimo creativo del escritor que acaba recuperando su ánimo creativo y el deseo de concluir su libro. Pero sigue encerrado en su casa incapaz de salir de ella y está dispuesto a impedir que ella se vaya. Detrás de ese encuentro hay una historia que se convierte en una inquietante pesadilla.

Experiencia en el thriller de una joven productora que tiene su origen en Almería, donde una vez más sus parajes se convierten en escenario natural de la acción como en tantas otras ocasiones y en numerosas películas. El director eligió este marco para desarrollar una historia de claustrofobia, soledad y miedo. Una situación que lleva al protagonista a conmocionar su propia existencia que le sume en la desesperación. En tan angustiado relato el realizador mantiene el interés de la intriga con fluctuaciones más o menos intensas, sobre todo cuando la acción se centra singularmente en los personajes protagonistas. Él, que va encerrándose cada vez más en esa madriguera, que ha construido con su paranoia y sus inseguridades y ella, que trata a toda costa de escapar de tan peligrosa guarida.

Puede advertirse, y así lo apreciarán los más conocedores del cine, referencias tanto del cine negro como del psicológico y en ocasiones del género terrorífico en la creación de ese clima, de esa atmósfera obsesiva y claustrofóbica que envuelve el relato. Parecen bien definidos en principio esos personajes fundamentales en el turbador argumento y en el propio guión que ha escrito con el protagonista Francisco Conde, además de participar también en el montaje de la película, pero en el transcurso de la misma van perdiendo esa intensidad dramática que se aprecia al principio, tanto ellos como la articulación de la intriga. Es por otra parte consecuencia de la desenvoltura narrativa en un espacio limitado y con dos personajes como ejes exclusivos de la historia. Aún así la trama está bien trazada y la interpretación cumple dignamente con sus cometidos.

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