Cultura

Andrés Pérez recibe el Premio de Novela La Espiga Dorada

  • La Fundación Caja Rural del Sur y la Unia convocaron esta primera edición dentro de la programación del Salón del Libro del Otoño Cultural Iberoamericano de Huelva

Andrés Pérez Domínguez recibió ayer por su obra Los perros siempre ladran al anochecer el premio de la primera convocatoria del Premio de Novela Corta La espiga dorada que convocaron la Fundación Caja Rural del Sur y la UNIA través de su sede de La Rábida, que se falló dentro del tercer salón del libro Iberoamericano de Huelva, y en el transcurso del Salón de Otoño Iberoamericano de Huelva.

José Luis García Palacios, presidente de la Fundación Caja Rural del Sur, se congratuló ayer por este premio y dijo que "es un hito más en el afán de ayudar a la Cultura en la faceta de la edición de libros". La línea editorial de 'La espiga dorada' nació, según resaltó García Palacios, como "un ambicioso y bien intencionado proyecto de ayudar a escritores de Huelva y de Andalucía Occidental, con el hemos contado desde el primer momento con la colaboración en la distribución de Editorial Planeta". "Para nosotros -añadió el presidente de la Fundación- es una ilusión la magnífica respuesta que ha tenido la primera convocatoria del premio de novela corta que ha superado el centenar de participantes". Al mismo tiempo que felicitaba al autor y felicitaba al jurado y es que Andrés Pérez también ha recibido recientemente el Ateneo de Sevilla, "lo que corrobora la calidad de la persona elegida".

Manuel Abad, responsable cultural de la UNIA, destacó igualmente el buen inicio de este premio, asegurando que "todos tuvimos la certeza de que esta iba a ser la novela perfecta de entre los 104 títulos presentados de España, México, Colombia o Cuba". Una novela que "salió victoriosa en todas las cribas, sorprendía un relato que contaba cosas y, además, lo hacía bien".

Andrés Pérez con sus 12.000 euros en la mano, reconocía que gracias a certámenes de fundaciones como esta o de ayuntamientos se ha podido dedicar a la literatura. "A veces se miran mal estas convocatoria, pero hay que decir que son muchas las carreras que ilusiona y alimentan", señaló.

Los perros siempre ladran al anochecer, como cuenta el autor, es la historia de una pareja joven que se muda a vivir a una urbanización de las afueras de una ciudad cualquiera. Aunque sus nuevos vecinos los acogen con amabilidad, no tardarán en hacerles la vida imposible.

Ellos ocultan un terrible secreto que ha cambiado su existencia para siempre, y ni si quiera en su nueva vida van a poder librarse del pasado, y es que, por mucho que queramos escondernos, por mucho que queramos enterrar los recuerdos que nos atormentan, al final los perros siempre ladran al anochecer.

Por su parte, Fernando Palazuelos (Bilbao, 1965) fue el finalista de esta primera edición con su novela corta titulada Funambulistas Ciegos. Palazuelos se desenvuelve en diversas áreas del arte y el diseño (fotografía, pintura, escultura...). Con su primera novela, La trastienda azul, ganó los premios Torrente Balleter, Ciudad de la Laguna y el premio Tigre Juan. Con Las manos del ángel ganó el Premio de Narrativa Vicente Blasco Ibáñez y precisamente una de sus obras, Ianua Colei fue editada por Baile de Sol, una de las editoriales participantes en el III Salón del Libro Iberoamericano de Huelva.

El Primer Premio de Novela Corta La espiga dorada ha supuesto un auténtico éxito de convocatoria, con 104 obras presentadas de las que cinco llegaron a la final. Pero sobre todo, la organización destaca la gran cantidad de los trabajos presentados, de la que son ejemplo las trayectorias y premios que ostentan el ganador y finalista.

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