Cultura

"Andalucía manda en el mundo de la música"

Antonio es del Sevilla y Rafael del Betis, pero ni eso les ha separado. Llevan cantando sevillanas desde una edad a la que los niños todavía juegan al escondite. Seguramente la mayoría los conozca por el 'pelotazo' que supuso Macarena a nivel internacional, pero para los nazarenos siguen siendo aquellos chavales que estudiaban en el colegio de monjitas de Santa Ana. Luego llegarían las fiestas marbellíes, varias semanas de permanencia en la Billboard norteamericana y otros tantos discos de oro. ¿Alguien da más?

-350 canciones, 35 discos y más de 40 años sobre los escenarios. En todo ese tiempo, ¿ha habido algún tema que les haya marcado especialmente?

-Las canciones son como los hijos, a todas se les tiene cariño, pero Macarena es nuestro ojito derecho, porque ha salido sobresaliente. Gracias a ella, Andalucía mandó en todo el mundo, consiguiendo musicalmente lo que nadie había podido: estar catorce semanas consecutivas en el número uno de la lista de superventas americanos. Sin embargo hay otras canciones más intimistas a las que también les tenemos especial afecto, como por ejemplo Abuela Rosario y Sevilla tiene un color especial.

-En su último trabajo se han atrevido con una frase en inglés "take it easy". ¿Ha sido su manera de agradecerle su éxito a Estados Unidos?

-Fue mucho más sencillo. Escuchamos la canción y nos gustó, sólo eso. Para homenajear a Estados Unidos tendríamos que hacer algo mucho más grande, porque gracias a este país, nos convertimos en 'internacionales', como la Selección. Macarena fue el tema que acompañó la campaña electoral de Bill Clinton y los Juegos Olímpicos de Atlanta. Hasta nos han concedido la Llave de Oro del Condado de Miami. Esto demuestra que el 'macarenazo' fue mucho más que la canción del verano de 1993.

-En las paredes de su estudio cuelgan fotos con Concha Piquer, Luis Miguel Dominguín, Lola Flores, Curro Romero, Isabel Preysler y Calvo Sotelo, entre otros. Son muchos recuerdos. ¿Cuál destacarían de todos ellos?

-Hay tantos momentos inolvidables que cuesta decidirse, pero nuestros encuentros con el Papa, son los que guardo más adentro. El último fue con motivo de un concierto benéfico y recuerdo como nos cogía las manos, agradeciendo nuestra presencia. También me hizo mucha ilusión conocer a los Reyes de España, y a los de Jordania.

-Da la sensación de que la fe es uno de los pilares de su vida. ¿Como han vivido este último Rocío?

-En efecto, nosotros somos muy romeros. Acabamos de venir del Rocío y aquello es lo más grande par aun peregrino. Es cierto que allí nos encontramos con amigos que no veíamos en mucho tiempo y eso siempre es bonito, pero lo más importante es ir a a ver a la Virgen y quererla mucho. No creo que exista un sólo rociero que vaya sólo a la fiesta, esos son turistas.

-Este año han coincidido allí con Carmen Martínez-Bordiú, una vieja amiga. ¿Es cierto que cantaron en su boda?

-No. Ése fue un rumor que se extendió. El poso de verdad que hay en esa afirmación, es que cuando su hijo se casó en la República Dominicana le cantamos una Salve Rociera, que fue nuestro regalo de bodas.

-Dos Hermanas sigue siendo vuestro refugio, después de haber triunfado en todo el mundo. ¿Qué tiene este lugar que no tenga ningún otro?

-Sobre todo, a nuestros familiares y amigos. Todo el que sea nazareno sabe que nacimos en Dos Hermanas y aquí moriremos.

-Otra localidad que han querido mucho, ha sido Marbella. Allí vivieron noches de fiesta irrepetibles. ¿La corrupción ha cambiado la Costa del Sol o sigue siendo el mismo lugar de ensueño para ustedes?

-La ciudad es una preciosidad, con un clima envidiable, y los malagueños son gente acogedora. Otra cosa es que los políticos hayan cometido errores. Yo no hubiese puesto tanto cemento en Marbella, pero hay que confiar en que la justicia ponga a cada uno en su sitio y aconsejo a todo el mundo que visite la Costa del Sol.

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