Cultura

Álvaro Campos revisa el Estado del Bienestar en '¡Abajo el sistema!'

  • El escritor publica en el sello andaluz Ediciones en Huida su debut en el ensayo político

El escritor Álvaro Campos.

El escritor Álvaro Campos. / javier albiñana

El concepto austeridad expansiva quedó definido en la Universidad de Harvard: se trataba de una doctrina financiera según la cual la reducción del gasto público es directamente proporcional al aumento del consumo y la inversión. El credo neoliberal creyó encontrar su particular gallina de los huevos de oro, y tenía razón: para cuando quedó demostrado que esta relación era falsa, el Estado del Bienestar ya había quedado mermado de forma estructural. De analizar y someter a crítica el paisaje reinante desde entonces se ocupa el escritor malagueño Álvaro Campos en su libro ¡Abajo el sistema! El Estado del Bienestar en la Gran Recesión, que publica la editorial sevillana Ediciones en Huida.

Campos, curtido hasta ahora en la poesía, debuta en la arena del ensayo político con una obra que invita tanto a la reflexión como a la acción y que, sustentada en una abrumadora bibliografía, admite su carácter panfletario ya desde su incendiario título. Eso sí, la idea principal es que los antisistema no son aquí aquellos agentes de la clandestinidad que aspiran a la materialización de sus ideales anarquistas desde las catacumbas, sino los mismos responsables del poder político y económico. "El sistema tiene sus fallos, por supuesto. Pero es el único que hoy en día nos garantiza el Estado del Bienestar. Y es necesario recuperarlo", apunta.

Recuerda el escritor que los ajustes practicados en un principio como respuesta consecuente a la crisis más grave desde la Segunda Guerra Mundial "se han convertido en coyunturales". Desde hace ya no pocos años -argumenta- encontramos avances económicos en los principales países europeos, pero no avances políticos ni mucho menos sociales. Desde Bruselas siguen llegando reclamaciones de recortes sin que se atienda a las particularidades de cada uno de los Estados, y éstos, al compartir el euro, no tienen potestad para devaluar su moneda como respuesta a la crisis".

Campos relata de manera sencilla, directa, ilustrativa, yendo a la médula del asunto y con una más que notable fundamentación teórica cómo estos ajustes han traído consigo otros ajustes ideológicos: "Es fácil señalar a dónde apunta la situación en un país como España, cuyo PIB crece al 3% anual mientras continúan los ajustes en el gasto social, el relativo a las pensiones, la sanidad, la educación y la investigación". El mismo poder neoliberal que aprovechó la crisis creada por los bancos se muestra reticente a reponer el Estado del Bienestar y "presenta unos presupuestos con objetivos presuntamente conciliadores pero que cada vez quedan más mermados en lo social". Alerta Campos de que sin el refuerzo de la sanidad y la educación el panorama será mucho más oscuro. El cambio de rumbo es posible. Aunque requiere manos a la obra.

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