Impacientes, sonrientes, nerviosos... Así estaban ayer tanto los niños que esperaban a los Reyes Magos en el Alcázar, como Sus propias Majestades de Oriente que, emocionadas, recibieron el calor de todos los pequeños allí congregados. Y es que, como acto previo a la Cabalgata, a eso de las cuatro de la tarde, Melchor, Gaspar y Baltasar salían uno a uno a la multitud del interior del palacio acompañados de su séquito, para ser coronados oficialmente y comenzar con un día mágico, tanto para ellos como para sus pajes.

En un solemne acto, David Fernández (Melchor), Elena Aguilar (Gaspar) y Juan Miguel de la Flor (Baltasar), así como el Gran Visir, Luis Lozano, saludaron al público y juraron no guardar para los suyos la mejor de las sonrisas y repartir alegrías por igual a todos. Sus Majestades fueron coronadas por sus tres antecesores, Lorenzo Amor, Manuel Alcocer y Nela García, respectivamente, para recibir luego el saludo de la alcaldesa, María José García-Pelayo. Un acto cargado de emoción que llenó el patio del Alcázar de niños y mayores, que también disfrutaron al ver las caras de ilusión de sus hijos, nietos, sobrinos...

Los más pequeños se agolparon alrededor de Melchor, Gaspar y Baltasar para poder tocar y ver muy muy cerca a los tres protagonistas. Sus Majestades del Reino de la Ilusión no pararon de abrazar, besar y dar la mano a los niños. Un día muy especial para todos ellos y para el que han estado esperando muchos meses.

Melki-or, 'rey de la luz', Kansbar, que significa 'administrador del tesoro', y Bel-SarUtsor, equivalente de 'Dios protege al Rey' dejaron sus tronos en el Alcázar para afrontar una apretada jornada. Así que, "¡marchad pues a las calles de nuestro pueblo, donde os aguarda el mejor de los regalos: la sonrisa de un niño! ¡Feliz camino, Majestades!".