Las consecuencias de la guerra Ciudadanos anónimos ofrecen ayuda a los soldados repatriados

Un refugio para escapar del horror

  • La reciente matanza de Fort Hood pone de manifiesto la influencia de las experiencias traumáticas sufridas por los soldados que vuelven de Iraq o Afganistán

La pequeña y modesta casa se encuentra a varios metros de la mayor base militar de Estados Unidos en el mundo, pero hay una distancia sideral entre el ánimo que impera en los dos sitios.

Carteles antibélicos adornan las paredes, junto con recortes de prensa sobre soldados que se suicidaron o cometieron crímenes desde que regresaron de Iraq o Afganistán.

La casa se llama Unter the Hood, un café antibélico para soldados y veteranos que se oponen a los conflictos en Iraq y Afganistán, similar a los lugares de encuentro que existían durante la Guerra de Vietnam, cuando miles de soldados se unieron al movimiento antibélico Vietnam Veterans Against the War (Veteranos de Vietnam contra la Guerra).

Cynthia Thomas, de 36 años, tomó la iniciativa de establecer el café, conjuntamente con el movimiento Veteranos de Iraq contra la Guerra, después de tener que soportar el envío de su marido a varios frentes de combate, desde la primera Guerra del Golfo hasta la actual guerra de Iraq.

Durante la segunda de las tres misiones que realizó en Iraq en los seis últimos años, su esposo resultó gravemente herido, sufriendo una lesión cerebral traumática y una fractura en la espalda cuando el vehículo en el que viajaba volcó. Cuando más tarde su hijastro se enroló en la Marina, ya no aguantó más. "Me di cuenta de que nuestros hijos serían enviados a esas guerras", cuenta.

Desde el jueves 5 de noviembre, cuando un psiquiatra militar causó una masacre en la base Fort Hood (Texas), entre soldados que iban a ser sometidos a exámenes médicos antes de ser enviados a misiones en el exterior, ha crecido la atención hacia el problema del estrés que sufren los militares, por lo que Unter the Hood se ha visto obligado a extender su horario de apertura.

Thomas espera que después de la tragedia en la base militar, que dejó 13 muertos, haya más personas que presten más atención a los aspectos feos de la guerra, como el trastorno de estrés postraumático, que contribuye a generar muchos problemas, entre ellos el suicidio, dentro de la filas militares. "No sólo se trata de nuestro Ejército o de nuestra base. Se trata de nuestro país. Todos estamos permitiendo que esas cosas ocurran", dice Thomas.

De hecho, el Ejército estadounidense ha intensificado sus esfuerzos para mejorar el tratamiento de aquellos soldados que sufren el trauma de la guerra y de sus repetidos desplazamientos a los frentes de combate.

El general George Casey, jefe del Estado Mayor del Ejército, ha destacado los esfuerzos que comenzaron a desarrollarse hace dos años para reducir el estigma que desalienta a muchos soldados a buscar ayuda después de sufrir experiencias traumáticas. El resultado, según Casey, es que el número de soldados que solicita asistencia psicológica ha aumentado en un 40%.

"También hemos trabajado muy, muy duro para mejorar lo que estamos haciendo a favor de la salud mental de nuestras tropas", aseguró el general en el programa Meet the Press de la cadena de televisión NBC. Asimismo, destacó los esfuerzos que se realizan para estudiar los casos de suicidio en el seno del Ejército.

El tema ha estado en el centro de atención del café desde que éste abrió sus puertas este año. Under the Hood ofrece sus servicios para que los soldados afectados entren en contacto con especialistas para el tratamiento de las heridas psicológicas sufridas en situaciones de combate y para ofrecer un espacio donde los soldados puedan discutir entre ellos sobre sus problemas.

Cada tarde, especialmente durante los fines de semana, media docena de hombres y mujeres jóvenes se reúnen en el café para conversar, leer su correo electrónico y divertirse con videojuegos. Sin embargo, la idea de establecer un centro antibélico no gozó de apoyo popular en una comunidad tan patriótica como Killeen a pocos metros de la base militar de Fort Hood, y a Thomas le resultó incluso difícil encontrar a un agente inmobiliario que la ayudara a buscar un local.

Aun así, estaba decidida a crear un lugar de encuentro donde jóvenes soldados pudieran intercambiar opiniones con colegas con ideas parecidas, para ponerlos en contacto con asistentes e informarles sobre sus derechos. En todo Estados Unidos sólo existen actualmente tres centros de este tipo. "A muchos les encanta escuchar a los soldados cuando cuentan historias felices de heroísmo, pero no quieren oír nada de lo que realmente está pasando allí", dice Thomas.

Michael Kern es uno de los que sólo pueden contar historias tristes del año que pasó en Iraq. Recuerda que mató accidentalmente a un niño iraquí que estaba observando un tiroteo, un acontecimiento que le persigue en sus sueños y que le causó el trastorno de estrés postraumático.

En opinión de Kern, ese trastorno pudo haber contribuido a desencadenar la tragedia protagonizada en Fort Hood por el psiquiatra militar Nadal Malik, quien al parecer estaba desquiciado por la perspectiva de su inminente traslado a Afganistán.

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