El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, habría colaborado con Cosa Nostra y, concretamente, habría estado detrás de la sangrienta campaña de atentados que esta organización mafiosa llevó a cabo a principios de los años 90, según afirmó hoy el mafioso arrepentido Gaspare Spatuzza ante el Tribunal de Turín (norte). Il Cavaliere, por su parte, insistió una vez más en que estas revelaciones no serían otra cosa que un ataque de la mafia en respuesta a la determinación con que el actual Gobierno la está golpeando desde que subió al poder.

En los últimos días, la prensa italiana se había hecho eco de la existencia de la versión de Spatuzza, la cual podría suponer la inscripción de Berlusconi en el registro de los imputados. Sin embargo, con su declaración pública de hoy ante el Tribunal de Turín, el preso arrepentido reforzó todavía más su tesis y agravó las sospechas que se ciernen sobre Berlusconi.

El testimonio de Spatuzza se enmarca en el proceso de apelación que se está llevando a cabo en Turín contra el senador Marcello Dell'Utri, que ha sido la mano derecha de Silvio Berlusconi desde los años 70. Dell'Utri fue condenado en primer grado a nueve años de prisión por un delito de colaboración externa con la mafia.

Según las declaraciones de Spatuzza, el objetivo de los atentados que la mafia siciliana llevó a cabo en 1993 no era otro que el de desestabilizar el país y favorecer así el florecimiento de Forza Italia, el partido que Berlusconi y Dell'Utri fundaron precisamente en esos mismos años.

De hecho, esta formación nació oficialmente el 18 de enero de 1994 y tan sólo dos meses después, en marzo, consiguió ganar las elecciones nacionales, convirtiendo a Silvio Berlusconi en primer ministro por primera vez. Como contraparte, Berlusconi y Dell'Utri habrían prometido a la mafia una aligeramiento de las penas más graves previstas para los culpables de los delitos de mafia.

En su testimonio, Spatuzza dijo que si bien algunos de los asesinatos que la organización llevó a cabo en esos años llevaban el sello de Cosa Nostra, otros, en cambio, no le pertenecían. Luego, cuando le confesó estos pensamientos a su jefe, el capo mafioso Giuseppe Graviano, éste le contestó que "estaba bien que nos lleváramos por delante estos muertos, porque así quien se tiene que mover, se mueve".

La declaración de Spatuzza causó gran efecto en el país transalpino y fue ampliamente difundida por los medios de comunicación. Por su parte, el portavoz del Gobierno, Paolo Bonaiuti, aseguró que el testimonio del arrepentido no refleja otra cosa que la rabia de la mafia ante las numerosas detenciones que se están llevando a cabo bajo el mandato de Silvio Berlusconi.

"Es completamente lógico que la mafia utilice a sus exponentes para hacer declaraciones contra el primer ministro de un Gobierno que actúa de manera tan determinada y concreta contra la criminalidad organizada", aseguró Bonaiuti en una nota.