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Los exiliados tibetanos elevan a 100 el número de fallecidos en los disturbios

  • El Gobierno chino sólo reconoce la muerte de 10 personas por la represión policial en la capital del Tibet y amenaza a los manifestantes con que correrán el mismo destino si no se rinden

Los enfrentamientos entre la policía china y los manifestantes tibetanos, que recordaron ayer en Lhasa el fallido levantamiento protagonizado por el Dalai Lama contra el régimen comunista en 1959, derivaron en tragedia según los exiliados del Tibet residentes en la India. Éstos aseguran que al menos un centenar de personas fallecieron durante los disturbios, cifra que, datos oficiales del Gobierno chino, reducen a tan sólo diez. Consciente de la repercusión que el conflicto podría tener a nivel internacional, por las continuas acusaciones vertidas en todo el mundo cuestionando el respeto a los derechos humanos por parte del Ejecutivo de Pekín, éste mostró, a través de la televisión estatal, las primeras imágenes de los disturbios.

La represión policial y la consecuente quema de varias tiendas, monasterios y mercados en Lhasa durante la semana en la que se conmemora el 49 aniversario de la revuelta contra la ocupación China del Tibet, concluyó ayer como una auténtica sangría. Tanto es así, que los exiliados tibetanos que viven en la India aseguraron que cerca de cien personas perdieron la vida durante las protestas. No obstante, la agencia oficial de noticias china, Xinhua, sigue manteniendo que los muertos son sólo diez.

Las autoridades de la región exigieron hoy a los manifestantes que se rindan para que no corran el mismo destino que los fallecidos, que al parecer murieron quemados durante los altercados con la policía. Sin embargo, el problema parece que va a agravarse después de que los agentes chinos cerraran los tres monasterios principales que rodean la capital tibetana. Ayer, el Gobierno de Pekín acusaba al Dalai Lama de ser el "cerebro" de las protestas, afirmaciones que el propio líder religioso calificó como "absolutamente infundadas".

La televisión estatal china mostró hoy por primera vez las escenas del enfrentamiento, en las que los manifestantes aparecen quemando edificios en Lhasa, pero las protestas contra la ocupación de la montañosa región asiática se han extendido por todo el mundo. En la India, al menos 61 personas fueron arrestadas por organizar una protesta ilegal frente a la Embajada china en Nueva Delhi.


La comunidad internacional exige moderación

Asimismo, decenas de activistas australianos a favor de los Derechos Humanos asaltaron hoy el Consulado chino de Sidney y colocaron en el mástil la bandera tibetana en apoyo a los que protestaban en Lhasa. En consecuencia, cuatro personas fueron detenidas tras la intervención de la Policía, que tuvo que utilizar gas pimienta para defender a uno de sus agentes atacado por los manifestantes.

El propio ministro de Exteriores australiano, Stephen Smith, exigió al Ejecutivo chino "que permita la pacífica expresión de los disidentes" tibetanos y que los policías "actúen con contención y que traten pacíficamente a los manifestantes". Ayer mismo, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos instó a China "a permitir que los manifestantes ejerzan su derecho a la libertad de expresión y de reunión" y a que las autoridades policiales "se abstengan de cualquier uso excesivo de la fuerza" manteniendo "el orden" y garantizando "que los detenidos no sean maltratados".

En esta misma línea, el embajador estadounidense en China, Clark Randt, recomendaba al Gobierno de Pekín que actuara con moderación con los manifestantes, mientras que el actor estadounidense y activista por el Tíbet, Richard Gere, llegó a pedir el boicot de las Olimpiadas que este año organizará China si las autoridades policiales continúan reprimiendo las protestas como hasta ahora.

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