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La derrota electoral deja a los demócratas sumidos en una grave crisis de liderazgo

  • Los analistas apuntan al ala izquierda que representa Sanders para renovar el partido

La inesperada derrota electoral deja al Partido Demócrata sumido en una grave crisis de liderazgo. Además del duro golpe que supone no mantener la Casa Blanca -Clinton habría sido la primera demócrata en heredar el cargo de otro demócrata desde Harry Truman en 1945-, la formacióntambién ha visto esfumarse las posibilidades de volver a controlar el Senado, tras perderlo en 2014.

Según Nate Silver, director de la web especializada en política FiveThirtyEight -cuyas previsiones daban a Clinton ganadora con el 70% de posibilidades-, "la dinastía Clinton está acabada" y las que podrían ser las "alternativas obvias", su rival en las primarias Bernie Sanders y el vicepresidente Joe Biden "son demasiado mayores". Silver subraya que "la energía en el partido procede de la izquierda" y apunta a que el candidato demócrata en 2020 podría proceder del ala que representa Sanders.

Para Alez Seitz-Wald, de la cadena NBC -considerada la más progresista de EEUU-, las miradas se depositarán ahora en Sanders y en la senadora Elizabeth Warren, "líderes del ala progresista" del partido, y en Obama, "la principal figura unificadora del partido, cuyo legado está ahora en el punto de mira".

Muchos culpan a Clinton por no movilizar a los votantes que atrajo Obama -los jóvenes, los afroamericanos y los hispanos-. Por otra parte, algunos dirigentes demócratas han encontrado ya un responsable del resultado: el director del FBI, James Comey, quien comunicó el pasado 28 de octubre que abría otra investigación sobre los correos electrónicos de Clinton para aclarar el domingo que no había nuevas pruebas. Miembros del partido vieron en la declaración de Comey un intento de incidir en la campañal a favor de Trump, ya que Clinton empezó a ceder terreno tras el anuncio.

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