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Soldados turcos entran en Iraq el día en que Rice visitaba el país

  • El presidente del Kurdistán iraquí se niega a recibir a la secretaria de Estado norteamericana en protesta por la actitud de su país en el contencioso

Turquía lanzó ayer una operación militar terrestre en territorio iraquí contra los rebeldes separatistas kurdos, mientras la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, realizaba una visita sorpresa a Iraq para apoyar los esfuerzos de reconciliación nacional.

Según el portavoz del gobierno del Kurdistán iraquí, Jamal Abdallah, unos 300 soldados atravesaron la frontera y entraron en la región semiautónoma del norte de Iraq, donde tienen sus bases los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). "Se internaron unos tres kilómetros en territorio iraquí", aseguró el portavoz a la AFP.

Horas después, por la tarde, la presidencia del Kurdistán informó de que los soldados "comenzaron a retirarse hacia territorio turco". La nota precisó que "500 soldados turcos entraron en la zona fronteriza", pero "no se acercaron a las líneas de los peshmergas", las fuerzas de seguridad de la región semiautónoma.

La operación tuvo lugar "en una zona desértica donde ninguna fuerza iraquí o kurda está desplegada", según Jabbar Yawar, portavoz de las fuerzas de seguridad kurdas.

El objetivo turco son las bases del PKK, que se supone cuenta con 3.500 combatientes entre las montañas del macizo de Qandil, extremo noreste de Iraq.

La de ayer fue la primera incursión de tropas en suelo iraquí desde que el Parlamento turco aprobó en octubre las operaciones contra el PKK, después del ataque del 21 de octubre en el que rebeldes infiltrados desde Iraq mataron a 12 soldados.

El domingo, las fuerzas turcas lanzaron un ataque aéreo y de artillería contra varias localidades del norte de Iraq, donde cayeron 100 toneladas de bombas, según una fuente militar turca. Un balance de fuentes kurdas de esos bombardeos, que no fue posible verificar, dio cuenta de siete muertos, entre ellos dos civiles.

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), unos 1.800 kurdos huyeron de sus casas tras los ataques.

Para marcar la desaprobación con el apoyo de Estados Unidos a esas acciones, el presidente del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, se negó a reunirse con Rice.

El jefe de las Fuerzas Armadas turcas, el general Yasar Buyukanit, había dicho que Ankara recibió de Washington el consentimiento así como información de su inteligencia para los ataques.

Rice dijo que "EEUU, Iraq y Turquía tienen un común interés en parar las actividades del PKK, que amenaza la estabilidad del norte" de Iraq.

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