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Revolucionario pero no decisivo

  • Internet se convierte en una herramienta cada día más explotada para alcanzar la Presidencia de EEUU, pero todavía está lejos de ser la clave del éxito político

El diputado Mark Foley escribe lascivos correos electrónicos a jóvenes practicantes. El senador John Allen se burla de un ayudante de origen indio con el mote despectivo "macaco". La precandidata presidencial, Hillary Clinton, intenta impresionar a los votantes cuando cuenta, faltando a la verdad, que en 1996 recibió disparos de francotiradores en Bosnia.

Todos esos vergonzosos incidentes tienen un punto en común: se difundieron por internet a la velocidad del rayo, en general, a partir de blogs políticos.

Los poderosos siempre parecieron rodeados por un aura de hermetismo, pero ahora el mundo digitalizado permite que se conozca cada mentira, paso en falso o aventura amorosa. Blogs y plataformas sociales expandieron dramáticamente el espacio público con consecuencias a veces muy favorables y otras más que nefastas para los políticos.

La campaña electoral de este año es un buen ejemplo de ese proceso. El profesor Garret Graff se refiere a una "nueva era en la política estadounidense". Se trata de "la primera campaña electoral definida por la técnica moderna (...). Las reglas de juego cambiaron, y no a favor de los candidatos".

Para muchos analistas, el nuevo mundo de las comunicaciones constituye la democratización de la democracia representativa tradicional: prescindiendo de funcionarios y organizaciones, ahora los ciudadanos y blogeros podrían implicarse directamente en el ámbito político.

Esa visión es hoy un tanto exagerada: según un estudio reciente del Pew Reasearch Center en Washington, la mayoría de los estadounidenses siguen enterándose de los acontecimientos políticos a través de medios tradicionales.

Pero no se puede negar la revolución que los nuevos espacios digitales han introducido en campaña. En el ámbito de la pugna demócrata por la candidatura presidencial, Barack Obama cuenta, al menos en internet, con una abrumadora ventaja sobre su competidora y ex primera dama, Hillary Clinton. El senador negro recolectó más dinero en la web y cuenta con más blogs y clubs de seguidores on line.

No es el único. Todos los candidatos se valen ampliamente de las nuevas posibilidades que abre la tecnología: boletines informativos, correos electrónicos y mensajes de móvil bombardean desde hace meses a seguidores y votantes. Cada candidato tiene una web interactiva para incrementar la comunicación con su base electoral.

Internet se ha convertido además en un buen instrumento para recolectar donaciones. Obama cosechó cientos de miles de dólares con este sistema y la sencillez del proceso de donación on line es una de las razones que explican por qué esta campaña, con más de mil millones de dólares, podría convertirse en la más cara de la historia de las democracias.

Obama cuenta también con un joven equipo con gran formación técnica que se ocupa de difundir su mensaje de esperanza y cambio. En su web, el candidato ofrece carteles, iconos, fotos y vídeos que cualquier usuario puede bajar y utilizar en su ordenador.

El equipo de Obama también otorga un lugar predominante al teléfono móvil: además del envío de mensajes cortos de texto ofrece tonos de llamada que incluyen el "Yes, we can!" característico del precandidato.

En Facebook, la plataforma social en la que dos tercios de los estadounidenses de entre 18 y 29 años tienen una cuenta, el aspirante demócrata dispone de casi medio millón de seguidores. Sin embargo, Clinton apenas reúne un cuarto de esa cifra.

El sitio de vídeos YouTube también se ha convertido en escenario central de la campaña. En uno de los debates organizados por la cadena CNN, los candidatos tuvieron que responder incluso las preguntas que los internautas habían colgado en YouTube.

Pero la web también sirve para sacar a relucir despistes y trapos sucios. Enorme popularidad alcanzaron vídeos como el que muestra al candidato republicano John McCain confundiendo el nombre de grupos terroristas, el de Hillary Clinton desafinando el himno nacional, el del mensaje cargado de odio del pastor Jeremiah Wright, mentor espiritual de Obama, o el de este precandidato opinando que un tornado en Kansas mató a 10.000 personas, cuando en realidad habían sido 12.

Junto a esos casos relativamente inocentes, la red también acapara calumnias y agravios: en algunos blogs se difunde ampliamente la versión de que Obama oculta su fe musulmana, mientras que otros se consagran al ataque y difamación de Clinton.

Blogs y plataformas han ganado enorme importancia, pero siguen sin ser clave de un éxito político. Al comienzo de la campaña, la estrella indiscutida de internet era el republicano Ron Paul, aunque no tenía opción alguna frente a McCain, siempre centrado en estrategias más clásicas. Con el lema "Straight Talk Express" (algo así como "Expreso del discurso directo"), el candidato de 71 años recorrió el interior del país con un autobús pintado a la antigua para dar apretones de manos y besar bebés.

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