EEUU · Caso Brown

Disturbios en Ferguson al quedar libre el policía que mató a Michael Brown

  • La noche deja vehículos y edificios en llamas, comercios saqueados y choques entre manifestantes y agentes. Hay casi un centenar de detenidos.

Casi un centenar de personas fueron detenidas la noche del lunes en la ciudad estadounidense de San Luis, la mayoría en el suburbio de Ferguson, en los disturbios ocurridos tras la decisión de un jurado de no procesar al policía blanco Darren Wilson, que en agosto mató a tiros al joven negro Michael Brown. Solamente en Ferguson hubo 61 detenciones, la mayoría por robos, saqueos y allanamientos, según la información facilitada por un portavoz de la policía local, Brian Schellman. Mientras, en San Luis hubo otras 21 detenciones, según el alcalde de la ciudad, Francis Slay.

En una improvisada rueda de prensa, el jefe local de Policía, Jon Belmar, dijo de madrugada que los disturbios fueron aún más graves que los ocurridos en agosto pasado tras la muerte de Brown. No hubo heridos ni fallecidos, pero varios negocios fueron saqueados y otros incendiados, al igual que dos vehículos policiales. La policía local usó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes y aseguró haber contabilizado más de una decena de disparos en la zona de las protestas.

Por su parte, el gobernador de Misuri, Jay Nixon, difundió un comunicado en el que anunció un aumento de la dotación policial para controlar los saqueos y disturbios. Los vehículos y edificios en llamas, con comercios saqueados y enfrentamientos entre manifestantes son un nuevo episodio de la ola de disturbios raciales que desató el verano pasado en Ferguson, tras la muerte de Brown.

Esta localidad, en San Luis, estaba desde la semana pasada bajo máxima alerta, con el FBI y la Guardia Nacional preparados para intervenir si las protestas convocadas para esta noche derivaban en graves disturbios. El estallido de la violencia era precisamente el escenario que habían pedido evitar los familiares de Brown que, a pesar de estar "profundamente decepcionados" por el fallo judicial, dijeron en un comunicado que "responder a la violencia con violencia no es la respuesta". Las protestas trascendieron Ferguson y se extendieron a Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Washington DC, Oakland y otras grandes ciudades del país, con un tono fundamentalmente pacífico salvo algunos incidentes aislados. En la capital, más de 300 personas pidieron "justicia" frente a la Casa Blanca, mientras que la Policía activó protocolos especiales por temor a disturbios.

Tras escuchar la versión de 60 testigos, el gran jurado decidió que no existe "causa probable" para imputar al agente, que el 9 de agosto disparó en repetidas ocasiones al joven de 18 años, desarmado, en circunstancias por esclarecer. Los cargos que podría haber enfrentado Wilson abarcaban desde un máximo de 4 años de cárcel por homicidio involuntario a cadena perpetua o pena de muerte por asesinato en primer grado.

Los familiares de Brown, a pesar de estar "profundamente decepcionados" por el fallo judicial, dijeron en un comunicado que "responder a la violencia con violencia no es la respuesta". En la misma línea, en una breve declaración desde la Casa Blanca, el presidente Barack Obama recordó el deseo de la familia, llamó a la calma y pidió "contención" a manifestantes y agentes.

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