El líder opositor ruso Alexei Navalny, que ha denunciado un boicot oficial a su candidatura para las presidenciales de 2018, fue detenido ayer cuando se dirigía a dar un mitin.

"Hay que ver lo que hace el viejo Putin para impedir que llegue al mitin en Nizhni Novgorod", escribió Navalny en Instagram poco después de ser detenido en el portal de su casa cuando se dirigía a la quinta ciudad más grande Rusia.

Según el opositor, su detención fue digna de una película. "Salí para ir a la estación y me detuvieron en el portal. Como en las películas. Llegó un coche y salió la Policía. Me llevan a comisaría", explicó.

Poco después, un portavoz del Ministerio del Interior informaba de que Navalny fue detenido por sus numerosos llamamientos a participar en acciones públicas no autorizadas. La ley rusa, en estos casos, prevé un castigo de hasta 30 días de privación de libertad.

Sin embargo, pasadas nueve horas tras la detención, Navalny permanecía aún en comisaría sin que se le presentaran oficialmente cargos. "El Kremlin percibe mis reuniones con los electores como una gran amenaza y hasta un insulto, porque a sus convocatorias nadie quiere asistir gratis", escribió Navalny en Twitter, agregando que las autoridades rusas durante mucho tiempo decían que la oposición no cuenta con seguidores en las regiones y "ahora les duele ver nuestros mítines".

En las últimas semanas, por diversos motivos, las autoridades denegaron la autorización a la oposición extraparlamentaria para organizar manifestaciones en varias ciudades.