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Berlusconi recibe el alta

  • El primer ministro italiano pide que se rebaje el tono de la política para que su dolor "no sea inútil".

El presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, abandonó hoy el hospital San Raffaele de Milán, donde se encontraba ingresado tras resultar herido por una agresión el pasado domingo, e instó a rebajar los tonos de la política para que su dolor "no sea inútil".

Berlusconi salió en automóvil del hospital, saludó con la mano desde su interior a los periodistas que se agolpaban a la salida y se dirigió a su residencia en Arcore, a las afueras de Milán, donde tendrá que pasar 15 días de reposo total, según las recomendaciones médicas.

El jefe de Gobierno no salió del coche, pero el vehículo en el que viajaba circuló muy despacio ante los periodistas para permitirle saludar con la mano.

Berlusconi llevaba una venda que le cubría la nariz y parte de la mejilla.

Inmediatamente después de que le dieran el alta, Berlusconi emitió un comunicado en el que instaba a la política "a la calma y a la honestidad".

"Si de lo que ha ocurrido sale una mayor consciencia de la necesidad de un lenguaje más calmado y más honesto en la política italiana, entonces este dolor no habrá sido inútil", afirmó Berlusconi en la nota.

En el mensaje también se invitaba a la oposición a alejarse de aquellos que fomentan la violencia.

"Algunos exponentes de la oposición parecen haberlo entendido: si saben de verdad tomar distancias, de modo honesto, con respecto a unos pocos instigadores de la violencia, entonces podrá finalmente abrirse un nuevo periodo de diálogo. De todos modos, nosotros seguiremos adelante por el camino de las reformas que los italianos nos piden", agrega.

Una invitación que algunos analistas políticos interpretan como la necesidad de que el opositor Partido Demócrata (PD) rompa su alianza con la formación "Italia de los Valores" (IdV) y su líder, el ex juez Antonio di Pietro, el principal acusado por los correligionarios de Berlusconi de instigar el odio al mandatario.

"A unos y a otros hago la misma promesa: seguiremos adelante con más fuerza y determinación que antes, por el camino de la libertad. Se lo debemos a nuestro pueblo, se lo debemos a nuestra democracia, en la que no prevalecerán ni la violencia de las piedras, ni aquella peor, la de las palabras", añadió Berlusconi.

Antes de que Berlusconi abandonara el hospital, su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), ya había invitado a los dos principales partidos en la oposición, el PD y los democristianos de UDC, a firmar un "pacto democrático" para abrir una nueva temporada de "diálogo" y de "legitimación recíproca".

El Cavaliere resultó herido el pasado domingo tras un mitin en la Plaza del Duomo de Milán, cuando supuestamente Massimo Tartaglia, una persona con problemas mentales, le arrojó una estatuilla que representaba la catedral de la ciudad y que se venden como recuerdo para los turistas.

El objeto impactó en la cara del primer ministro y le produjo la rotura parcial del tabique nasal y de dos dientes, así como un profundo corte en el labio, que ha necesitado varios puntos de sutura.

Ahora comenzará la recuperación de Berlucosni, que ha suspendido por el momento todas sus comparecencias públicas, aunque sus colaboradores dudan de que cumpla las dos semanas de baja.

Según publicó hoy el diario suizo Le Matin, Berlusconi acudirá en los próximos días a la clínica helvética de Gravesano "Ars Medica" para eliminar de su cara los signos de la agresión.

La información, confirmada al diario por el alcalde de la localidad, Carlo Zoppi, no ha sido oficializada por la presidencia del Gobierno.

En esta clínica, Berlusconi se sometió en 2003 a algunas operaciones de cirugía estética para rejuvenecerse.

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