Clasica

Al rescate de Brunetti

  • Al frente de la Camerata Antonio Soler, Gustavo Sánchez se ha impuesto la tarea de rescatar definitivamente del olvido el corpus sinfónico completo de Gaetano Brunetti.

Una bucólica foto de la Camerata Antonio Soler.

Una bucólica foto de la Camerata Antonio Soler. / javier martínez luengo

Gaetano Brunetti (Fano, c.1744 - Colmenar de Oreja, Madrid, 1798) y Luigi Boccherini (Lucca, 1743 - Madrid, 1805) han seguido una suerte parecida en lo que hace a la difusión de su música. "Para los italianos, son compositores españoles; para los españoles, son italianos", comenta Gustavo Sánchez López, fundador y director de la Camerata Antonio Soler, "eso ha dificultado la puesta en valor de su música". Sin embargo, hoy Boccherini es una figura que goza de amplio reconocimiento internacional y, sin embargo, Brunetti es aún un ilustre desconocido. Es cierto que cuando Boccherini llegó a España tenía ya 25 años y un asentado prestigio internacional, mientras que Brunetti era apenas un adolescente que tocaba el violín.

Pero para Gustavo Sánchez la explicación es aún más simple: "Es un problema editorial. Son las ediciones las que permiten que la música se extienda y pueda ser interpretada por conjuntos de todo el mundo. El americano Newell Jenkins grabó cuatro sinfonías de Brunetti en los años 50, y en los 60 publicó una docena o así, pero aquella edición no tuvo la difusión suficiente. En los años 90 se interesó por ella un grupo importante como Concerto Köln, que grabó tres sinfonías, dos de ellas inéditas. Y ahí quedó todo. No hubo nada más hasta los últimos cinco años". En efecto, en este último lustro, la Orquesta Barroca de Sevilla ha publicado un CD con dos sinfonías (nos.23 y 33, que habían sido ya registradas antes) y una serie de piezas vocales cantadas por Raquel Andueza. Dirige Christophe Coin. Después de eso, el sello Lindoro ha editado estos tres discos de la Camerata Antonio Soler, que incluyen seis sinfonías inéditas y las seis escenas y arias líricas conservadas completas del músico.

Entre medias, se encuentra el trabajo seminal de un musicólogo español, Germán Labrador, quien publicó en el año 2005 el catálogo del compositor bajo el título Gaetano Brunetti (1744-1798). Catálogo crítico, temático y cronológico. Labrador incluye en su trabajo 346 obras y señala otras 78 perdidas con seguridad. La mayoría de piezas de este corpus pertenece al ámbito camerístico (74 sonatas para violín, 50 cuartetos, 65 quintetos…), pero las sinfonías son también especialmente relevantes. Se han conservado 36 más otras tres concertantes. "Germán era Jefe de mi Departamento en la Universidad Autónoma de Madrid, y fue él quien me puso en contacto con esta música. Me pareció extraordinaria, ¡y de cuarenta sólo había grabadas seis sinfonías!… Yo había fundado la Camerata Antonio Soler hace cinco años como una orquesta de cuerdas, un poco con la excusa de un curso de dirección orquestal que venía a dar cada año toda una institución de la música nórdica, Jorma Panula, que había sido maestro de Salonen y toda esa generación extraordinaria de directores finlandeses. Por entonces yo dirigía la Escolanía del Monasterio de El Escorial, un trabajo muy absorbente, pese a lo cual íbamos haciendo algunas cosas con la orquesta, no sólo Brunetti, sino otros compositores del Clasicismo. Finalmente nos lanzamos a intentar poner en marcha esta integral de su música sinfónica".En los dos volúmenes de Sinfonías que ha publicado el sello sevillano Lindoro se incluyen las números 9, 21, 29 (volumen 1), 8, 25 y la concertante nº3, que incluye dos violines solistas (los de Lina Tur Bonet e Ignacio Ramal). Para Gustavo Sánchez, la calidad de esta música es altísima: "Sus seis primeras sinfonías son típicas oberturas napolitanas, en tres tiempos. El resto de obras están influidas fundamentalmente por la escuela vienesa, sobre todo por Haydn. Y es que el Archivo de Palacio está lleno de sinfonías de Haydn. Las de Mozart llegaron más tarde. El trabajo motívico de Brunetti es extraordinario. Usa motivos muy pequeñitos y los desarrolla de forma genial, a través de unos recursos armónicos amplísimos, con modulaciones muy interesantes. Además sus sinfonías tienen la peculiaridad de incluir un quinteto en el lugar del típico minueto con trío, que sólo incluyen dos de las obras".

En la interpretación de esta música con instrumentos de época Gustavo Sánchez ha puesto especial cuidado en el equilibrio: "Tocamos con 2 o 3 primeros violines, 2 o 3 segundos, una viola, un violonchelo y un contrabajo, más las maderas, que son sólo cincos instrumentos, dos oboes, dos trompas y un fagot. Pienso que es el equilibrio ideal. Además ésa era la composición de la Real Cámara de Carlos IV. Lo hacemos con instrumentos y arcos tanto barrocos como clásicos, en la época era normal que hubiera esta mezcla, y con la afinación en 430, que era la de las maderas del tiempo".

Además de los dos volúmenes sinfónicos, Lindoro ha publicado también otro con todas las arias y escenas líricas conservadas de Brunetti más otra escena de Boccherini (Inés de Castro). La idea es intentar completar el ciclo de sinfonías, pese al problema, tan recurrente para los grupos españoles de música antigua, de la financiación: "Los dos primeros proyectos los sacamos buscando pequeñas subvenciones de algunos ayuntamientos y, sobre todo, mediante el micromecenazgo. Pero ese sistema tiene fecha de caducidad. No podemos seguir financiándonos así toda la vida. Ahora vamos a emprender un proyecto con música de Antonio Soler, sus villancicos de San Lorenzo, que tienen una factura extraordinaria, y pretendemos empezar a autofinanciarnos". Pues suerte, que la necesitarán.

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