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Las protestas de los flamencos llegan a Griñán

  • El presidente de la Junta dice que "la inmensa mayoría" de artistas aprueban las actuales políticas de fomento del arte jondo.

Por la presencia de agentes desplegados a las puertas del Instituto del Flamenco (IAF), tres parejas de la Policía Nacional adscrita a la Junta de Andalucía que se limitaron a custodiar la pintoresca estampa, las autoridades de la Junta esperaban un batallón de artistas desbocados con ganas de gresca, acaso provistos de pancartas con lemas y pitos anti-Junta. "Las banderas para los de Comisiones Obreras; nosotros vamos así, de tranquilos", comentaba a la numerosa prensa congregada José Cortés Jiménez Pansequito, portavoz de este inédito grupo de artistas rebelados contra la Administración andaluza que, en plenas vacaciones de los políticos, han roto la aparente paz -o silencio informativo- que reinaba en un sector que, con mayor o menor tino, habían controlado los diferentes consejeros de Cultura.

Recapitulando: el cantaor de La Línea de la Concepción encabeza a una serie de artistas -la mayoría veteranos- que denuncian la política de "amiguismo" con que desarrolla su actividad el IAF, máxima herramienta de gestión y difusión de la Junta en la materia. Básicamente, piden que se haga un reparto más equitativo del trabajo y no se contrate a "dedo" siempre a los mismos cantaores, bailaores y guitarristas. La protesta por el "trato de favor" que reciben "unos cuantos elegidos" es secundada por figuras como Calixto Sánchez, José de la Tomasa, Paco Taranto, Aurora Vargas, Diego Clavel, Antonio Moya, Chiquetete, así como por la cineasta Pilar Távora y Asunción Demartos, presidenta de la Asociación de Artistas Flamencos, presentes en la cita de ayer, que avalaron con su presencia la entrega en el Instituto de más de 1.500 firmas que han suscrito un manifiesto en el que piden que el IAF "aglutine a todos los artistas" y "genere más trabajo en el sector".

De diferente manera -y no siempre con las más exquisitas-, estos artistas reivindican el peso de la experiencia. Para el cantaor Calixto Sánchez, "siempre ha habido una tradición en que los mayores han tenido un sitio especial y reservado, porque son portadores de las raíces del flamenco". En este sentido, la bailaora Manuela Carrasco declaró: "Hemos hecho muchísimo por el flamenco y todavía estamos en activo; formamos parte de la generación que ha permitido que el flamenco sea considerado por la Unesco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad", un título vendido por los líderes políticos como una especie de maná del jondo que, a la vista está, no termina de llegar a todos. Por el momento, han emplazado a quienes secunden su reivindicación "en septiembre, ante el Parlamento".

Cambios en 20 años

El asunto ha sobrepasado la categoría de anécdota, dado que ha sido el propio presidente de la Junta el que se ha pronunciado al respecto. En declaraciones realizadas en Málaga que recoge Europa Press, para José Antonio Griñán se ha hecho una "gran política" de fomento del flamenco; por ello, dijo no compartir las críticas de los artistas. No obstante, reconoció que "es normal" que haya discrepancias dentro de la actuación de una Administración. Asimismo, Griñán sostiene que "la inmensa mayoría" del mundo del flamenco está "a favor" de cómo se está desarrollando esta política, que, según añadió, "ha elevado el rango del flamenco de como estaba a como está ahora mismo". "Ustedes pueden darse cuenta de lo que era el flamenco hace unos 20 años y lo que es hoy día como arte creativo nuevo que se sube a los escenarios, que tiene su dignidad, que no sirve sólo para agradar a unos pocos, sino a unas grandes multitudes", dijo el presidente andaluz sobre estos indignados con el Ejecutivo autonómico.

Carrasco defiende su "transparencia"

La directora del Instituto Andaluz de Flamenco (IAF), María de los Ángeles Carrasco, defendió ayer la "transparencia" de la institución que dirige y negó que se haya actuado por "amiguismo" ni que se haya "presionado" a los artistas para que no secundaran las protestas. En declaraciones a Europa Press, Carrasco dijo que comprende que las quejas de estos artistas se inicien en la sede del IAF "porque ésta es la casa del flamenco para lo que quieran, incluso para protestar". Además, manifestó que el IAF "no es una agencia de contratación" y que la celebración de festivales "no depende de la voluntad del IAF sino de los ayuntamientos, diputaciones o instituciones privadas" que los organizan. Sin embargo, lo que sí está "en la mano del IAF", informa, es "otorgar subvenciones" y, "teniendo en cuenta las circunstancias económicas", Carrasco recordó que este año "se ha retomado la ayuda a los festivales", en una convocatoria "pública y abierta para que se presente quien quiera". Asimismo, la directora del IAF incidió en que "en estos momentos las instituciones no se pueden permitir grandes programaciones por temas presupuestarios", por lo que "quizás ahora pidan más a gente joven porque son más accesibles y están dispuestos a trabajar".

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