Cultura

Hiperión recopila en un volumen los 'lieder' de Richard Strauss

  • Fernando Pérez Cárceles, autor de la obra, destaca que "más de 50" de esta piezas, en las que el compositor crea "una indefinible atmósfera que nos subyuga", son "auténticas obras maestras".

Fernando Pérez Cárceles ha recopilado, traducido y anotado para Hiperión Los lieder de Richard Strauss (edición bilingüe). La obra recoge desde sus primeros ensayos de 1885 hasta sus cuatro últimos de 1945, sobre textos de Hermann Hesse y Joseph von Eichendorff, más uno recientemente descubierto.

"Muchos de sus lieder me embargan con su belleza. En algunos casos me parecen tremendamente volubles, sobre todo los dedicados a su esposa, tal vez sea debido a su riqueza armónica y a su inestabilidad tonal. Hay que añadir que en sus lieder crea una indefinible atmósfera que nos subyuga como, por ejemplo, en Morgen (Mañana). Yo creo que más de 50 lieder son auténticas obras maestras y el resto son buenísimos", señala el especialista, que no es musicólogo ni ha estudiado música "de forma regular", sino que se ha acercado a ella "escuchando discos" y viendo "conciertos en directo o a través de retransmisiones".

Al morir Johannes Brahms (1897), Hugo Wolf (1903) y Gustav Mahler (1911), Strauss, señala Pérez Cárceles, "quedó como el músico alemán vivo más importante". Desde su punto de vista, "sigue una línea que comenzó con Schubert y acabó con él. Hablamos del lied romántico".

Strauss, anota el experto, "es considerado fundamentalmente un compositor de óperas (Salomé, La mujer sin sombra, El caballero de la rosa…); después, un compositor de poemas sinfónicos maravillosos como Don Juan, Así hablaba Zaratustra, Muerte y transfiguración y el impagable Till Eulenspiegel. Así que, en general, sus lieder alcanzan la medalla de bronce en el gusto del público. Claro que ahí están Las cuatro últimas canciones, que, por cierto, no fueron las últimas...".

En un principio, a Strauss le influyen fundamentalmente los clásicos: "Su padre, virtuoso de la trompa, estuvo muy pendiente de la educación musical de Richard. Después fue influido por Wagner, aunque en una de sus últimas obras, el Concierto para oboe, hay un hálito mozartiano". Pero en el terreno del lied el compositor manifiesta un estilo "netamente personal".

"Como uno de los grandes directores -añade-, no cabe duda de que toda la música le influyó y quiso abrir nuevos horizontes, como con Capricho. Una pregunta: ¿en qué apartado encuadraríamos su Metamorfosis? Cuando la escucho siento que mi alma llora porque se sobreponen imágenes de tantas guerras actuales movidas por intereses crematísticos, aunque adornadas de palabras altisonantes: libertad, democracia…".

El proceso de elaboración de esta obra, que será presentada en varias ciudades españolas en los próximos meses, ha conllevado varios pasos que, explica, se han ido solapando: "Adquisición de discos, búsqueda de integrales, traduciendo por gusto... Cuando me decido a escribir el libro, adquiero las partituras. Al mismo tiempo, libros (generalmente en francés e inglés) para documentar su vida, anécdotas, Historia y finalmente el catálogo de Trenner de 1993. Como es lógico, la consulta en Internet sobre los textos y eventos es importante y necesaria, y así pude encontrar el liedAus der Kindheit (De la infancia), que no está incluido en el catálogo, pues el autógrafo había desaparecido en 1908 y afloró en una subasta en 2005, siendo estrenado en 2009".

Autor de óperas como Electra,La mujer silenciosa o Daphne, Richard Georg Strauss nació en Múnich el 11 de julio de 1864 y murió en la misma ciudad el 8 de septiembre de 1949.

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