Dentro de las muchas listas que acostumbran a elaborar los medios de comunicación coincidiendo con la mudanza de año, un importante periódico de tirada nacional confeccionó una con los "famosos" que han fallecido en 2016. El listado incluye 48 nombres y abarca desde un excelso escritor como Umberto Ecco al fornido Bud Spencer de Le llamaban Trinidad, pasando por relevantes deportistas como Cruyff y Cassius Clay o por sagas familiares de artistas como la de Debbie Reynols y Carrie Fisher (por razones de edad me resultaba más entrañable la protagonista de Cantando bajo la lluvia que su galáctica hija). Sin embargo, los nombres que más abundan en este inventario de occisos son los de músicos y cantantes en los que la Parca se ha cebado con especial énfasis en el año que acaba de concluir. David Bowie, Leonard Cohen, Prince, George Michael, Glenn Frey (Eagles), Gato Barbieri y hasta ¿el rey de las rancheras? Juan Gabriel aparecen reflejados en tan macabro catálogo.

Después de repasarlo con atención, me quedé un poco sorprendido al comprobar que un diario tan riguroso había olvidado de incluir en su esquela a dos músicos que infortunadamente también abandonaron este mundo en 2016: Greg Lake y Keith Emerson. Difícilmente disculpable es que el redactor desconozca que con la muerte de Emerson (teclista) y Lake (guitarras) ya solo queda Palmer (batería) de los componentes la legendaria banda de rock sinfónico o progresivo, EL&P. En la década de los setenta, estos tres virtuosos instrumentistas británicos triunfaron con una peculiar estilo mezcla de jazz, rock y música clásica. Su primer disco (EL&P) obtuvo un éxito inmediato y en él aparecen desde adaptaciones de piezas de compositores como Béla Bartóck (The Barbarian) y Leos Janacek (Knife Edge) hasta composiciones propias como el maravilloso tema de Lake, Lucky Man que, editado en sencillo, fue el que catapultó el grupo a la fama. Su talento musical se vio además potenciado por sus espectaculares actuaciones en vivo (Emerson -y su sintetizador- solían volar por el escenario e incluso, a veces, el teclista llegaba a poner en peligro su integridad física tocando cabeza abajo en las alturas). El declive de la banda se produjo a finales de los setenta cuando el gusto del público se decantó por una música más simplona como el punk y la música-disco. Emerson se vio afectado por una parálisis en una mano que le originó una depresión por no poder tocar. Se disparó un tiro en la cabeza. Lake ha muerto -en la misma semana que George Michael- de cáncer. En estas Navidades la voz distorsionada de Lake en 21th century schizoid man (de su etapa en King Crimson) ha servido de fondo musical a un anuncio de perfume (Paco Rabanne).

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