El barrio Príncipe Felipe no avanza en cuanto a infraestructura. Así lo manifestó la presidenta de la Asociación de Vecinos Amapolas, Carmen Orta, que subrayó que lleva más de treinta años en el movimiento vecinal "y no vemos mejora". Apuntó que el acerado y el asfaltado están en mal estado, hay barreras arquitectónicas, a lo que se une la falta de limpieza, debido fundamentalmente a la conducta incívica de algunos ciudadanos.

El deterioro de las aceras se debe en parte a la acción de las raíces de árboles de gran porte, que abundan en la barriada, encinas y alcornoques que levantan el acerado e incluso rompen las tuberías. "Los vecinos se quejan además de que tapan las ventanas y las ratas entran en las viviendas subiendo por las ramas", señaló Rocío Gómez, de la junta directiva de la asociación.

La reposición del asfalto de las calzadas es otra de las reivindicaciones

Orta lamentó que "lo único que hacen desde el Ayuntamiento es poner parches y con ello desnivelan las aceras, y las personas con movilidad reducida lo pasan mal a la hora de caminar por ellas". Gómez comentó que en el barrio hay ortopedias "y viene gente en sillas de rueda que tienen que dar rodeos porque no hay accesibilidad". Las raíces de los árboles generan barreras arquitectónicas. Aparte, hay zonas, como en la calle Enfermera Teresa Jimeno, que "existe un rebaje para minusválidos en una acera y la de enfrente no lo tiene",

Las representantes vecinales proponen que se realice una actuación integral, de manera que se renueve todo el acerado de la barriada y se adapte a los árboles de gran porte para que no haya desniveles. Aparte quieren que la zona de aparcamiento de la barriada se asfalte y se delimiten las plazas de estacionamiento.

También reclaman que se actúe en el espacio que albergó el kiosco y se le dote de la misma estética que la plaza Amapolas.

La presidenta de la asociación subrayó que el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, "está haciendo cosas buenas para la ciudad pero no se está implicando con los barrios". Explicó que los técnicos municipales "no aparecen y se echa de menos al alcalde". Manifestó que no hace falta que se reúna con todas las asociaciones, "hay federaciones para transmitirle lo qué sentimos".

Orta denunció que "las administraciones no trabajan al mismo nivel, no están por la labor, no hacen nada". Recalcó que "en el barrio no se ve el adelanto que debería tener, está un poco abandonado".

Gómez considera que se debería invertir "en educación social y en pedagogía del hábitat" para acabar con las conductas incívicas. "No hay valores, cada uno hace lo que quiere". Pidió que se apliquen las ordenanzas y se multe a los propietarios de los perros que no recogen de la calle los excrementos de sus mascotas y los que se declaren insolventes "que hagan trabajos para la comunidad". Es partidaria de que se lleve a cabo la misma política con los que realizan pintadas en las fachadas y los que rompen o queman contenedores, así como con los que dejan muebles viejos en la calle sin llamar al servicio de retirada de mobiliario.

Otra de las reivindicaciones vecinal es el asfaltado de las calzadas, "hay muchos baches". Orta recalcó que se renovó en las grandes avenidas pero no en las calles interiores de la barriada. Además, la red de alcantarillado "hace años que no se limpia" y temen que con las lluvias se puedan producir inundaciones.

Por otra parte, los vecinos demandan que se fumigue y desratice más a menudo. "Esta zona tiene mucha zona verde y suciedad". Incindió en que "vienen los barrenderos pero hay mucho incivismo. Si hay suciedad hay bichos y ratas".