Huelva

Los usuarios del albergue municipal se duplican desde inicios de semana

  • Doce personas sin hogar pernoctan en el Centro de Acogida para Transeúntes

  • Otros lo hacen en asentamientos y cajeros

  • A primera hora muchos de ellos acuden a Cáritas para tomar un café

Personas sin hogar, en la mañana de ayer, atendidas en el centro Puerta Abierta de Cáritas.

Personas sin hogar, en la mañana de ayer, atendidas en el centro Puerta Abierta de Cáritas. / reportaje gráfico: alberto domínguez

Aunque la madrugada de ayer no fue especialmente fría, se incrementó de forma notable el número de personas sin hogar que solicitaron ayuda a la Policía y a Protección Civil. Con la información de la llegada de la ola de frío en la calle y la constante actualización de los partes meteorológicos, desde el Ayuntamiento de la capital se les ha dado cobertura a estas personas "sin protocolos ordinarios, sino atendiendo a la necesidades de estos sintecho".

Así lo aseguró ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, Movilidad y Tráfico, Enrique Gaviño, quien explicó que tanto la Policía local como Protección Civil recorren las calles de la ciudad para dar con las personas que duermen al raso, al no disponer de un hogar en el que refugiarse del frío. A su disposición tienen, según apuntó, plazas en el albergue municipal , en el albergue juvenil de la Junta y en dependencias de Protección Civil para poder pernoctar.

En el Centro de Acogida para Transeúntes San Sebastián (el albergue municipal) los usuarios se han duplicado, al pasar de seis al principio de la semana a doce en la madrugada del martes al miércoles. Además de las 15 plazas que se encuentran disponibles en este centro, ubicado en la calle Periodista Luca de Tena, se ha procedido a la ampliación en seis plazas más a través de otros servicios comunitarios de la ciudad, como es el caso del albergue juvenil, situado en la calle Marchena Colombo.

En el centro Puerta Abierta de Cáritas, junto a la iglesia de San Sebastián, los usuarios han aumentado un 30%, hasta unos 90 aproximadamente. A primera hora de la mañana de ayer, decenas de personas sin hogar desayunaban en la cafetería de este centro, donde también pueden asearse y disfrutar de una ducha caliente.

Uno de ellos es Francisco, un malagueño al que llaman Camarón y que trabaja como aparcacoches. Este hombre de 51 años estuvo en la prisión onubense procedente de su Málaga natal, y en un permiso penitenciario conoció a su actual pareja, lo que ha hecho que se quede a vivir en la capital onubense. Sin un hogar en el que vivir, Francisco duerme en cajeros o donde puede, con una manta como único medio para obtener un poco de calor.

"Esta vida es complicada. Si tuviera un trabajo la cosa me iría mejor y podría pagarme un alquiler. Yo puedo hacer de todo, me da igual el trabajo: albañil, electricista, en el campo o donde sea. Yo no me echo para atrás. Antes trabajaba con mi abuelo en el campo", asegura.

Usuario del centro de Cáritas desde 2012, ahí desayuna, se ducha y lava su ropa. Con los euros que saca de aparcar coches come, y si no, se acerca al comedor social.

Frente a un ordenador de Puerta Abierta está Marcos, un portugués de 40 años que vive en Huelva desde hace casi siete. Por las mañanas acude al centro de Cáritas y también por la tarde, de 16:30 a 19:30, para poder estar bajo techo y sin pasar frío. Su situación, según explica, es compleja. Está en la calle y la noche del martes al miércoles durmió en un cajero. "Frío no hace porque tiene calor. Pongo cartones pero muy confortable no es que sea", asegura.

Aunque tiene experiencia en la hostelería y construcción, la capital onubense, según comenta, no es el sitio más adecuado para buscar trabajo. Sin embargo, el hecho de tener hijos aquí influye en su decisión de quedarse.

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