Entrevista a Gerardo Rojas

"Lo único que pide Fertiberia es que se le permita acabar lo iniciado"

  • Para el presidente de la AIQB, Gerardo Rojas, la realidad es que una empresa de este tipo no puede parar su actividad física en dos días, necesita mucho tiempo

-¿Cómo se ve desde AIQB la problemática de Fertiberia?

Los problemas que haya con Fertiberia afectan en gran medida a Foret y Rodhia, y de distinta manera, pero muy importante al negocio de Atlantic Copper. Fertiberia tiene dos aspectos: el medioambiental, que es competencia de la Junta, y otro de administración del territorio, de como se utiliza el territorio que es objeto de la concesión administrativa. Entonces el conflicto no surge con la Administración Autonómica. La Junta prescribió una forma de operar que se incluyó en el famoso Plan de Corrección de Vertidos y que se está actuando conforme a él. La forma en la que se utiliza el territorio es lo que es ahora mismo objeto de discusión con la Dirección General de Costas y es lo que está pendiente de resolver, pero en definitiva es Costas quien debe de decidir y tiene capacidades para poner los límites que crea conveniente en un determinado marco. De ahí viene la negociación continua que se está tratando de llevar a cabo. El problema es que si el yeso que se produce no se puede colocar donde se está haciendo ahora, no se puede colocar en ningún sitio. Aquí de lo que se trata es que Fertiberia está pidiendo acabar su plan de negocio, y por ello pide diez años para utilizar el espacio que creíamos que podíamos usar para depositar los yesos. El tema está claro, el problema es que está pendiente de la decisión de las administraciones. Y todo lo que está sujeto a decisión supone una inseguridad para el titular.

-Un problema de difícil solución.

-En este caso no es como en el conflicto que hubo con Endesa, que era un problema burocrático; el de Fertiberia es operativo. En todos los sitios del mundo esto se hace de esta manera. No se puede ahora inventar otros espacios, otros volúmenes de yeso. Y hay una realidad que es que una empresa de este tipo no puede parar físicamente en dos días, necesita tiempo. Ni física ni socialmente, ya que produce un quebranto con un desastre social y económico, y también medioambiental porque Fertiberia va revegetando, rehabilitando las zonas utilizadas. Fertiberia lo único que pide es que le dejen terminar lo iniciado.

-¿Cómo se afronta el futuro?

-Lo que nos agobia es que haya decisiones que comprometan la propia actividad. Y esto está en manos de las administraciones. La inseguridad existe y se manifiesta cuando hay actuaciones administrativas o de los jueces que digan: ustedes no pueden seguir funcionando. Ese es el sumo de la inseguridad jurídica. Son los dos casos máximos a los que nos hemos enfrentado.

-¿Cómo se ve desde fuera la actual situación?

-Hay una información muy directa e inmediata a los consejeros de las empresas. La duda desde lejos no es sobre lo que está ocurriendo, sino cómo puede estar ocurriendo. No se entiende esa aparente falta de lógica, de coherencia, de defensa de lo obvio. Cómo pretendemos demoler una de las cosas que están mejor construidas y que funciona mejor y de manera más estable, año tras año, que crea tantísimo empleo. Y todo ello sin alternativa. No acaban de creerse que se pueda dar esta situación, aunque la apuesta sigue siendo seria.

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