sanidad

La terapia del ánimo llega hasta el hospital

  • El Doctor Chin-gon visita Pediatría del Juan Ramón Jiménez usando el humor y el sentimiento de presencia como sus mejoras herramientas terapéuticas

Más que un clown y más que en terapeuta. El Servicio de Pediatría del hospital Juan Ramón Jiménez ha recibido la visita del Doctor Chin-gon. De una amplia trayectoria en el trabajo con niños hospitalizados, el terapeuta gestáltico Néstor Muzo ha hecho una aproximación tanto a los niños como a sus familiares que han de pasar por este servicio sanitario. No se trata por lo tanto de que chavales y padres puedan evadirse un rato, lo que ya de por sí tiene su valor, sino que el Doctor Chin-gon quiere ir más allá.

Este terapeuta argentino afincado en España desde hace más de 30 años se plantea un objetivo principal cuando pisa la planta de Pediatría de un hospital: cambiar la energía que allí se encuentra.

Para Néstor Muzo, el estrés es el sentimiento más dominante en un hospital

Para Néstor Muzo lo primero que se percibe allí de manera intensa, "es el estrés". Y a partir del estrés "se desencadenan otros sentimientos como el enfado, el miedo, el desánimo... Mi intención es cambiar esa energía negativa, hacer las veces de chamán capaz de transformar un ambiente de tristeza en alegría". El Doctor Chin-gon argumenta que para el dolor "no hay antídoto", aunque sí hay acompañamiento de este dolor a través de estar presente, como sucede cuando se lleva a cabo una sesión de terapia. Aquí el objetivo no es hacer terapia, porque la intervención ya es terapéutica en sí".

La mayor parte de las veces la aproximación al niño se realiza a través de los padres pues "los niños perciben el estado de ánimo por el que están pasando sus progenitores".

Muzo no obstante, quiso dejar bien claro que toda su labor se dirige por los principios del respeto, el diálogo y la ética. Es muy consciente del espacio por donde se mueve -"el hospital es un lugar delicado"- de manera que esos principios son para él, valores importantes que "nos han de hacer entender que a veces no es el momento adecuado para hacer una intervención con una familia". Muzo insiste en que lo suyo no es un show sino un intento de desdramatizar la situación que se está viviendo, con lo que se busca humanizar el hospital y que el niño entienda que no le va a pasar nada malo por estar ahí, sino todo lo contrario, le van a curar.

Pero para conseguir todo esto no es suficiente tener buena voluntad. El Doctor Chin-gon reiteró en repetidas ocasiones que para llevar a cabo su cometido hay que tener una formación adecuada. De este modo, aparte de ser actor, es terapeuta y asimismo tiene formación en organización hospitalaria porque "hay que conocer cómo es el espacio en el que te vas a mover".

Néstor Muzo tiene una amplia trayectoria en este cometido. Ha trabajado 16 años con la Fundación Theodora y lleva 6 como Doctor Chin-gon, dentro de la iniciativa de los Doctores Apapachos que surgió en Puebla (México).

Ese trato con las emociones que realiza en sus intervenciones hospitalarias es lo que le hace estar en sintonía con la Gestalt, puesto que en todo momento se trabaja desde el aquí y el ahora, con el darse cuenta, la escucha instante a instante y sobre todo, con una mirada abierta y disponible para poder sostener cada momento sea cual fuere. "Un acto de presencia es un acto de amor", este es mi lema desde hace bien poco, puesto que comprendí no hace mucho la importancia de la experiencia de estar presente. No somos conscientes de que una actitud de presencia puede tener un impacto transformador en la otra persona", añadió Muzo.

La intervención del Doctor Chin-gon ha sido posible gracias a la celebración en Huelva de las Jornadas Nacionales de Terapia Gestalt ya que se le ha considerado una actividad más dentro de su programa. La organización Doctores Apapachos (abracitos del alma, en una lengua aborigen mexicana) realizan visitas una vez por semana, habitación por habitación y niño por niño allá donde están establecidos. En México, donde más desarrollan su actividad, eligen además hospitales que habitualmente asisten a familias con escasos recursos por lo que entienden que es doblemente necesario su apoyo, distracción, cercanía y contacto humano.

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