VOCESDEHUELVArafael sánchez rufo. coordinador provincial de IU

"Tenemos que tenerle miedo a la injusticia, pero no a la confluencia"

  • El nuevo dirigente del partido aboga por crear un bloque político de cambio que dispute la hegemonía al PSOE

  • Ve necesario un gran pacto para que Huelva deje de estar en la periferia

El coordinador provincial de IU, Rafael Sánchez Rufo, en la sede de su partido en Huelva.

El coordinador provincial de IU, Rafael Sánchez Rufo, en la sede de su partido en Huelva. / reportaje gráfico: alberto domínguez

D IO el salto a la política provincial en 2007, cuando compaginó la primera tenencia de Alcaldía y la Concejalía de Urbanismo de Aljaraque con su labor como diputado provincial. Antes, desde 2003, fue edil en su pueblo. Rafael Sánchez Rufo es el coordinador de IU en la provincia de Huelva desde el 23 de septiembre, cuando casi el 88% de los votos de los 86 delegados que representaban a las asambleas locales le dieron su respaldo. Sin embargo, este hombre conciliador y de principios ideológicos "sólidos", se declara político desde el día en que nació y no desde que ostenta un cargo público.

-¿Cómo asume su nueva responsabilidad?

-Bien, era una cosa que rondaba mi mente hacía tiempo y que ya había comentado con los compañeros de la organización y las asambleas locales. Entendía que era mi momento y que tenía el suficiente conocimiento de la organización, el suficiente apoyo de los compañeros y la suficiente experiencia para encabezar un proyecto político y coordinarlo en un momento especialmente complejo.

-Pedro Jiménez estuvo 20 años al frente del cargo. ¿No pasó por su cabeza aspirar al mismo hace cuatro años?

-Sí, pero las cosas tienen un momento político y un momento personal. Y el de hace cuatro años era un momento muy duro en lo personal y en el que me bastó con sobrevivir en este mundo de la política y llevar adelante las cosas que llevaba: era portavoz en Diputación y concejal en Aljaraque.

-Usted mismo lo ha dicho: toma las riendas del partido en Huelva en un momento convulso.

-Es un momento muy complejo. La política en España ha cambiado en estos cuatro años casi lo mismo que en los anteriores 25. Y muchas veces las organizaciones políticas que aspiran a ser plurales y a integrar muchas sensibilidades distintas tienen que adaptarse a esos cambios y tener la capacidad suficiente de buscar la síntesis y encontrar el espacio en el que la gente se sienta representada.

-¿Cómo logrará llevar un único rumbo integrando distintas sensibilidades?

-En la izquierda ha habido cierta incomodidad en torno a la capacidad de resituarse en un espacio, pero en nuestra última asamblea hemos clarificado las cosas. Hemos reconocido que teníamos que hacer autocrítica en relación a cómo se han producido los procesos de confluencia con el resto de la izquierda hasta ahora y hemos reconocido que el modo en que se ha llevado a cabo nos restaba perfil propio y visibilidad. Por lo tanto, eso había que corregirlo en el ámbito federal y en el ámbito de nuestra presencia en el grupo de Unidos Podemos.

-¿Es compatible la visión de los identitarios de IU con la de quienes quieren confluir?

-Hemos reconocido precisamente que, frente a una primera fase en la que parecía que había un discurso en el que unos y otros estaban enfrentados, la realidad es que no eran dos posiciones irreconciliables. Es perfectamente compatible sentirse orgulloso de IU (tener la convicción de que IU es necesaria, que existe y va a seguir existiendo) con saber que en un momento político determinado nosotros tenemos que conformarnos con ser la minoría en un sistema en el que pintamos poco o conformar mayorías con más gente que tiene diferencias con nosotros pero que también comparte muchas cosas que nos permiten tener un proyecto común. Por lo tanto, la confluencia es necesaria más allá de que no es solo hablar con Podemos, sino con mucha gente que ahora mismo no se siente representada por IU o por Podemos, pero que sí entiende que es necesario un bloque alternativo de cambio al que han venido representando las políticas de PP y PSOE.

-¿Cómo logrará que la confluencia satisfaga a los más críticos de IU?

-La confluencia tiene que darse de tú a tú. No podemos aparecer como una fuerza política subordinada a otra mayoritaria. Tenemos que ir desde una actitud muy positiva diciendo que nosotros respetamos a los demás interlocutores, pero que ellos nos deben dar ese mismo respeto. Se acabaron los tiempos de que vamos a un espacio en el que uno esconde su carné. Tenemos que ir a un espacio en el que todos nos respetemos y estando orgulloso del carné que se lleva en la cartera, y formar así un proyecto común de cambio. Ese talante debe estar ahí y me parece muy positiva la intervención de Teresa Rodríguez como invitada en la asamblea de IU , en el sentido de apelar al diálogo en el conjunto de la izquierda para vencer los miedos, y de apelar a la generosidad de las fuerzas políticas para ser capaces de conformar ese bloque político de cambio. Creo que la generosidad, la capacidad de buscar el acuerdo y el diálogo deben estar sobre la mesa.

-¿Por eso apostó por una única lista en Huelva?

-Es una de las cuestiones que yo he defendido cuando decíamos que en Huelva llevaríamos esa lista única aunque en Andalucía hubiera dos candidaturas. Era una apelación a eso, a la necesidad de buscar la síntesis. Porque nadie se va a creer que nosotros vamos a ser capaces de conformar una mayoría de cambio si no somos capaces de entendernos entre nosotros.

-Pero en la asamblea de la agrupación local de Huelva sí hubo dos listas.

-Fue el único espacio en el que hubo dos.

-¿Su organización está unida aquí?

-Muy unida. Creo que el proceso asambleario así lo ha dicho. La lista de delegados a la asamblea andaluza fue una lista única, la lista de la coordinadora provincial que se ha conformado fue una lista única con representación de los distintos sectores y hay un grado de cohesión y unidad importante en torno a una política aprobada. Eso es una realidad objetiva. Y los datos están ahí, no hay ninguna duda.

-¿Cree que a nivel andaluz hay una brecha entre lo defendido por Maíllo y Pérez Tapias o, por contra, considera que el partido ha salido fortalecido del proceso?

-Sí, tengo la suerte de tener muy cerca a los dos, a José Luis y Antonio. Los dos son compañeros de Huelva, uno está en Fuenteheridos y otro en Aracena y creo que el debate este le hacía falta a esta organización. Porque se produjo un debate a nivel federal pero que había que trasladar a Andalucía y hacía falta que se expusieran los distintos proyectos, las distintas visiones y matices y que la gente votara. Los militantes han votado y el resultado es democrático y tiene la suficiente claridad y contundencia. Yo lo que veo es mayor grado de unidad. Ahora todos están en el mismo proyecto y comprometidos con la misma política.

-Ha dicho recientemente que busca fortalecer el partido. ¿Qué hará?

-La vía es hacer de IU una herramienta atractiva para todo aquel que tiene una inquietud de participación política y activismo social, de modo que encuentre en IU la herramienta necesaria. Ese va a ser el trabajo interno. Nuestras asambleas tienen que ser espacios atractivos para que quien quiera cambiar la realidad de su pueblo, de su provincia o de esta sociedad tenga sus mecanismos de trabajo. Pero no es cuestión solo de fortalecer, nosotros al espacio que vamos con más gente queremos ir fuertes, pero al resto de colectivos lo que les decimos es que si no sumamos no tenemos ninguna posibilidad de ganar y para ganar y sumar hace falta que cada uno de los sumandos se fortalezca y que vayan a un espacio en que sean capaces de hablar.

-¿Con quién hablará?

-La construcción del bloque político y social no puede ser solo una herramienta electoral, algo que se hace en quince días como fue lo de Unidos Podemos para el 26-J y para presentarse a unas elecciones. Eso se tiene que forjar en las luchas que hay en las calles con nuestros aliados en el seno de la izquierda. Para ello es necesario que establezcamos estrategias de defensa de los servicios públicos y de lucha contra la precariedad. Me refiero a la UGT, CCOO, a Podemos, Participa Huelva, Equo, el movimiento ecologista, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, asociaciones que defienden los derechos humanos, etcétera. Hay que hacer ese amplio llamamiento porque al final cuando hay alguna movilización somos los que nos vemos en las calles. Ahí está el reto.

-Uno de los principales caballos de batalla será la precariedad laboral, según ha anunciado.

-Más del 60% de los sueldos en Huelva son de menos de mil euros, más del 98% es contratación temporal y somos la segunda provincia en salarios medios más bajos en España y la primera en brecha salarial entre hombres y mujeres. En Huelva la precariedad se vive de un modo muy fuerte. Eso tiene que centrar la lucha política. Debe ser un elemento central, junto a la defensa del medio ambiente, tan machacado en esta provincia. Desgraciadamente cada día vemos agresiones muy importantes. Hay que romper las dinámicas de debates ficticios que se han dado en esta provincia sobre grandes temas que aparentemente son estratégicos para la provincia pero que lo único que han hecho siempre es llenar titulares de prensa y realmente no han servido de nada.

-Ponga un ejemplo.

-Me temo mucho que lo de los regadíos del Condado sea la segunda edición de la N-435. PP y PSOE se arrojaron a la N-435 durante muchos años, dependiendo de quien gobernase en Madrid, y con esto va a pasar lo mismo. Hace falta un gran pacto en Huelva de fuerzas políticas de cambio que digan que queremos dejar de ser periféricos, que Huelva tiene que dejar de ser una provincia que está en una esquina de España, abandonada, y en la periferia económica, política y social. Huelva quiere tener su sitio y un reconocimiento en cuanto a las inversiones necesarias para el desarrollo de nuestros sectores productivos y en cuanto a inversiones necesarias para mantener los servicios públicos.

-¿Habrá una renovación importante de la cúpula?

-Va a haber una renovación importante, sobre todo en relación a la presencia de compañeras en primer nivel de la organización.

-¿Apostará por las cuotas?

-No he pensado tanto en términos de cuota, aunque todos los órganos -por los estatutos de IU- tienen que ser paritarios. Pero es verdad, y me he comprometido a ello, que en primera línea de la organización y con responsabilidad de primer orden habrá una mujer. La responsable de Organización de IU será una mujer feminista y joven y será la que tenga la responsabilidad de poner en marcha un proceso que es necesario. No se nos puede llenar tanto la boca al hablar de feminismo y que solo sirva para elaborar discursos muy bonitos.

-¿Qué línea seguirá para recuperar presencia en las municipales?

-Nosotros tenemos varios hitos. Uno esencial, si nos ponemos en la perspectiva de las municipales, es una asamblea que haremos a nivel andaluz para analizar la confluencia y cómo queremos hacerla en el ámbito municipal. Nosotros tenemos muy poco miedo a la confluencia en el ámbito municipal porque estamos presentes en el territorio. Si alguien está presente en los pueblos con compañeros, con cargos institucionales, 76 ediles y cinco alcaldes somos nosotros. Tenemos nuestras asambleas y queremos poner a nuestra gente a trabajar. Tenemos que revitalizar la actividad de nuestras asambleas y acompañar desde la dirección a la gente de nuestras asambleas locales en la línea política que hemos decidido, que es la de abrir la organización y ver si hay en los pueblos y ciudades gente con la que nos podamos entender. Y si hay, pues empezar a hablar y a establecer líneas de conjunto. La línea esencial debe ser es que queremos disputar la hegemonía. El PSOE lleva tantos años gobernando que cuando alguien le dice que quiere disputarle el poder democráticamente lo perciben como una agresión. Nosotros no queremos acabar con nadie. Queremos ganarles y eso es legítimo democráticamente.

-¿Puede concretar cómo se trabajará en esa confluencia?

-Tenemos que explicar a nuestra gente que tenemos que ser mayoría y atractivos para la gente y abrir la organización. Y que el proceso de confluencia con otra gente que está en la izquierda tiene que darse desde abajo y desde el trabajo diario y empezar en esa dinámica de trabajo. A mí no me vale un proceso de confluencia en el que yo le diga al candidato o a la gente de Aroche: este es el proceso, le corresponde a tal formación el 1 y el 3 de la lista y a nosotros el 2. No, el proceso debe ser otra cosa.

-¿No les deja esto en una situación de riesgo?

-No, porque somos fuertes. Los escenarios federal, andaluz y provincial son distintos. Pero en unas elecciones municipales nosotros somos los que tenemos la fuerza, los ediles, las estructuras organizativas en los pueblos, los militantes que llevan trabajando muchos años y la experiencia institucional. Entonces, cuando abramos la organización a más gente es verdad que de manera natural en esos espacios tendrá que haber gente de otras formaciones políticas y de otros movimientos sociales, pero eso hay que hacerlo con naturalidad. No tenemos que tener miedo, la izquierda debe tenerle miedo a la injusticia y a que la gente que lo pasa mal siga pasándolo mal y a ser herramientas inútiles para arreglar los problemas de la gente. Pero miedo a la confluencia y a entendernos con más gente, no.

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