Su agenda echa humo al inicio del mandato, un combate contra el reloj biológico de la crisis. Paro y deuda son dos patatas calientes que sigue en la cartera de su macroconcejalía, por encomienda de un alcalde que refuerza el peso institucional de Juan Carlos Adame (Huelva, 1971).

-Nuevamente le toca lidiar con la coyuntura y la estructura ¿cómo sobrevivirá el Ayuntamiento?

-Con la próxima llegada del PP al Gobierno central y a la Junta mejorará el marco de financiación de los ayuntamientos. Por nuestra parte, en estos momentos no nos planteamos subir impuestos, tasas ni precios públicos. El compromiso del alcalde es de austeridad, como ya se está visualizando con la reducción de los sueldos políticos y otras medidas de ahorro que iremos anunciando a lo largo de estos cuatro años.

-¿Nos adelanta alguna?

-En el capítulo de personal, sin tocar los derechos laborales y sociales de los trabajadores, amortizaremos plazas. La situación no nos permite sacar plazas nuevas. Y apretaremos los grandes contratos de servicios del Ayuntamiento, como limpieza, recogida de basuras, alumbrado… para que cuesten menos a la ciudad.

-Los factores que apunta para mejorar los ingresos son desiderativos. Tendrán algún plan B, alguna gallina de los huevos de oro.

-Gobierne quien gobierne, insisto en que la solución definitiva tiene que ser la reforma de la financiación local, porque no tenemos capacidad para salir adelante. Cada vez quedan menos gallinas de los huevos de oro. Antes era el urbanismo, pero esa gallina murió y ahora, mientras confiamos en que mejore la situación de España, todos los ayuntamientos andamos buscando operaciones para obtener recursos extra, haciendo juegos malabares y, en nuestro caso, asumiendo el sobrecoste de un 30% en nuestros presupuestos de competencias impropias que, o no son de nadie, o son de la Junta o del Estado. Como ya dijo mi compañero Francisco Moro [entrevista publicada por Huelva Información el 3 de julio] en estos momentos estamos viendo las posibilidades de subvención a nivel europeo, estatal y autonómico.

-¿Habrá más privatizaciones?

-De momento, no contemplamos ninguna. De hecho, lo que se hizo con Aguas de Huelva no fue una privatización, como tanto ha vendido la oposición. A día de hoy es una empresa pública municipal, y el 51% sigue siendo del Ayuntamiento.

-Es mixta, entonces.

-Pero con mayoría de capital del Ayuntamiento, que sigue mandando en el consejo de Administración, que es lo que importa.

-A menudo esgrime en el Pleno que la situación económica del Ayuntamiento no es ni mejor ni peor que la de otros municipios. Dénos un diagnóstico en términos absolutos, no relativos.

-Es inevitable que compare primero, porque hay un drama generalizado en la Administración pública en España, Andalucía y en la provincia de Huelva y en la prensa salen datos alarmantes. Ningún ayuntamiento ha encontrado un sustituto del urbanismo. La situación del Ayuntamiento de Huelva es mala, no puedo decir lo contrario. Aunque en la deuda a bancos no estamos mal (somos la segunda capital andaluza con la menor ratio); la deuda a proveedores sí es importante, un asunto complicado en el que trabajamos las 24 horas del día. Se ha hecho un esfuerzo importante con la operación Aguas de Huelva, aportando unos 50 millones a depurar esas obligaciones y prácticamente nos hemos puesto al día con los funcionarios, que pueden estar tranquilos de que las nóminas se pagan en tiempo. Con los colectivos y asociaciones no tenemos una deuda alarmante. Ahora estamos pendientes de la línea de ICO que va a sacar el Gobierno con préstamos para que paguemos a las empresas.

-¿Qué volumen queda de deuda con proveedores?

-En torno a 250-270 millones, teniendo en cuenta que nosotros heredamos de los socialistas una deuda con proveedores de 90 millones que, con los intereses, se puso en 120. Es una deuda muy importante y para ello pedimos la colaboración de la Junta y el Gobierno. Nos ayudaría que la Junta nos pagara los 9 millones que nos debe y otro millón que del IBI del Gobierno central por las parcelas de Huelva Empresarial. Insisto, la solución definitiva es que Gobierno y Junta abran el grifo.

-Al menos, en 2012 se va a aumentar un 14% la Participación en los Ingresos del Estado (PIE) de los ayuntamientos para que paguen facturas atrasadas.

-Eso dijo Zarrías. Ahora tienen que concretar lo que nos corresponderá a cada uno.

-Hubo un compromiso de la Junta de depurar esa deuda de 9 millones, ¿no ha habido avances?

-Ese tema está totalmente parado. En estos momentos estamos viendo las posibilidades que tenemos de ir contra la Junta ya en vía ejecutiva, incluso a niveles de embargos, de algunas cuentas o algunos bienes y parcelas que se puedan trabar. Ya que no nos atienden, tendremos que ir a la vía legal. Esos 9 millones serían muy útiles para el plan de pago a proveedores.

-En cuanto a las políticas de empleo, ¿qué puede contarnos de las prometidas ayudas económicas a familias con todos los miembros en paro?

-Estamos trabajando en ello desde Empleo y los Servicios Sociales del Ayuntamiento, y en septiembre sacaremos las medidas concretas. Ese mismo mes también pondremos en marcha la nueva Oficina de Captación de Inversiones para captar proyectos que creen empleo. Por otra parte, tenemos en marcha el encargo del Plan Estratégico a la Universidad y, al margen, la semana que viene me sentaré con los portavoces de PSOE, IU y Mesa de la Ría para tratar de llegar a un acuerdo político en torno al Pacto Local por el Empleo y el Desarrollo Económico de Huelva. Si somos capaces de cerrar un documento único con medidas para la ciudad, se lo llevaremos a sindicatos, empresarios y a la sociedad civil en general, y luego a la Junta y al Gobierno de la nación para que nos aporten vías de financiación.

-Se refuerza su rol, añadiendo una portavocía a su macroconcejalía , dos gestos del alcalde con los que tomaría posiciones en el oficioso debate sucesorio.

-El alcalde acaba de ganar las quintas elecciones hace un mes y yo creo que va a estar mucho tiempo con nosotros y que se ha presentado para terminar el mandato y trabajar por Huelva en los próximos cuatro años. Ya digo que no creo, pero, en el caso de que decidiera dejarlo por motivos personales o por asumir otro compromiso institucional u otras obligaciones políticas, los 13 concejales y concejalas que, junto a Pedro Rodríguez, componemos el equipo de Gobierno, estaríamos capacitados para asumir esa responsabilidad. Muchos podrían ser magníficos alcaldes o alcaldesas. Entonces habría que abrir un proceso y ver quién es la persona adecuada.