La buena tendencia del año pasado se consolida. Tras el parón del puente, las comidas de empresa y amigos se concentran en las jornadas del 16 y del 20 al 22 de este mes. Para entonces, prácticamente todos los restaurantes han colgado el cartel de completo. Eso y el propio calendario de las fiestas ha contribuido a que este año se hayan adelantado las celebraciones al primer fin de semana de diciembre. Las expectativas son buenas y los hosteleros barajan unas cifras que les llevan a hablar de "consolidación" de la buena racha que ya se cerró en la temporada pasada. Y eso es "más que bueno" porque la facturación de estas fechas representa el 15% de la anual, por eso el sector celebra que se quedan atrás los años en los que la caja se desplomaba hasta el 32% por la contención del consumo como efecto directo de la crisis.

A pesar de que se sigue hablando de comidas de empresa, la verdad es que los hosteleros de Huelva insisten en que ya prácticamente han desaparecido y casi la totalidad de las que se reservan para estos días corresponden a las que organizan los trabajadores, grupos de amigos, antiguos colegas o compañeros del colegio. Los hábitos parecen estar modificándose y cada vez se apuesta más por organizar comidas porque se prefieren las reuniones de mediodía para después de comer seguir la sobremesa con una copa en otro local. Los productos estrella en estas fechas siguen siendo los de la tierra: el marisco (gambas y langostinos se llevan la palma), el jamón, el queso, las chacinas y los fritos para, dejar un plato a elegir entre pescado y carne.

El gasto medio se mantiene al de años atrás y ronda los 30 euros. Es verdad que el puente de diciembre elimina una semana de las agendas para las comidas de empresa y amigos en estas fechas con sabor navideño, pero eso no rebaja el optimismo que no esconden los hosteleros. "La gente está animada y ya es difícil encontrar hueco para un grupo", mantiene el presidente de la Asociación Provincial de Bares Restaurantes y Cafeterías de Huelva (Bareca) de la FOE, Rafael Acevedo. Y en la misma línea se muestra el secretario de la Asociación Provincial de Hosteleros del Círculo Empresarial de Turismo, Rafael Barba, quien recuerda que "el año pasado se pensó que los buenos resultados podían ser un espejismo y ahora vemos que siguen siendo una realidad".

Tras los primeros años de crisis, las empresas pusieron fin a la organización de encuentros en torno a una mesa y fueron los compañeros de trabajo los que optaron por coger la sartén por el mango y asumir el pago del cubierto para recuperar la tradición. Eso rebajó el gasto que años atrás se destinaba por comensal y también el número de cubiertos por mesa, lo que llevó a los hosteleros a recortar los precios. Se pasó de comidas "multitudinarias" a los grupos reducidos de entre 12 y 15 personas, que actualmente permanecen. A las celebraciones tradicionales se suman desde hace algunos años las comidas en familia para los días 25 de diciembre y 1 de enero y, sobre todo, el tapeo a lo largo de las jornadas del 24 y 31 de este mes, "que ya se ha impuesto como una tradición y llena locales y calles del centro de la capital", destacan los hosteleros, que una vez más prevén entrar con buen pie en el nuevo año.