Hay ideas para transformar la ciudad pero no se llevan a cabo. Un pulmón verde en el centro de Huelva. Esto es lo que propone Un camino para la historia, el proyecto ganador de la primera fase del concurso de ideas Huelva Apunta, del arquitecto onubense Cayetano Campero, convocado por el Colegio Oficial de Arquitectos en 2014, una opción que podría librar del abandono a los parques Alonso Sánchez y de la Esperanza. Campero apuesta por unir los dos espacios públicos y dotarlos de nuevos usos para que sean atractivos para la ciudadanía.

Se partiría de las estructuras existentes y se unirían los dos parques con la creación de un nuevo paseo en la Cuesta del Cristo de las Tres Caídas, para lo que sería necesario rediseñar el tráfico rodado, cambiar el sentido de la calle Puerto y ofrecer una alternativa para el acceso a la Vía Paisajista con un doble sentido en la calle Mackay y Macdonald.

Con esta actuación se conectaría la zona alta con la baja de la ciudad y la urbe dispondría de un nuevo espacio, que además de ser un paseo con vistas podría acoger diversas ferias y mercadillos, que por las reducidas dimensiones de la plaza de las Monjas se han tenido que llevar a la prolongación de la avenida de Andalucía, como es el caso de la Feria de la Tapa, y la Feria del Libro, en alguna que otra edición.

Campero señala que en principio sólo habría que unir los dos parques "con un cambio de la circulación" y "reactivarlos generando actividades. Estos espacios están desaprovechados por el mal planteamiento del uso que tiene", a lo que añade que "con poca inversión se puede hacer mucho".

El arquitecto onubense es partidario de la recuperación de los cabezos como elemento unificador de la ciudad. Lamenta que algunos hayan desaparecido a pesar de ser, junto a la ría, una seña de identidad de Huelva. "Podían plantearse desde el aspecto turístico". Destaca la visión conjunta que se puede tener de la ciudad desde la cotas altas así como de los parajes naturales del entorno. "Huelva tiene materia prima pero no se aprovecha. Tiene condicionantes para ser, y de hecho lo es, una ciudad única y singular".

Subraya que la solución para estos parques urbanizados en tres de los cabezos de la ciudad (Horca, las piscinas de los ingleses y de la Esperanza) es "darle uso", ya que por "la mala planificación y gestión se abandonan y se deterioran".

La Vía Paisajista se peatonalizaría a la altura del kiosco ubicado a la entrada del parque de la Esperanza hasta la calle José Caballero. "No supone un gran coste económico. Se trata de una idea: modificar el tráfico, unir los dos parques y luego se irán añadiendo cosas". Se unen para reutilizarlos y se promoverían iniciativas para hacerlos atractivos, tanto actividades permanentes como temporales, "el centro de la ciudad no tiene un espacio público para grandes acontecimientos y se puede disfrutar de la Vía Paisajista".

Indica que se "partiría de lo que hay, se mejoraría y se pondría en valor, y se generarían usos. Huelva necesita ese cambio de imagen".

Campero aboga porque el espacio situado en el interior del parque Alonso Sánchez se siga utilizando para espectáculos, tal y como se viene haciendo en las Fiestas de San Sebastián, y que en la parte trasera, cerca del acceso con rampa se habilite una zona de juego para niños y otra para mayores, se realice un circuito deportivo con instalación de aparatos por todo el recorrido, un rocódromo, carriles bici, y se ponga un bar-terraza en la parte superior del parque.

Aparte, se reservaría un espacio para perros, delimitado y controlado, y se construiría un edificio de aparcamiento público en altura colindante con el parque, en vez de los de calzada que hay actualmente, con entradas y salidas por las calles Mackay Macdonald y Argantonio, y con un restaurante en la planta superior y con plataforma de acceso a los distintos niveles del parque, planteándose también dos bares-terrazas en las dos plataformas de mayor altura del parque.

En cuanto al de la Esperanza se plantean los espacios públicos existentes como lugares de eventos culturales y de espectáculos múltiples. Se disminuiría el área destinada para perros, se dotaría el parque de un quiosco bar, y zonas de juegos para niños -en la que se plantarán árboles de sombra- y para mayores, se establecería un circuito deportivo con rocódromo incluido y carriles bicis.