Se esperaba mucho de la primera comparecencia del presidente de la Autoridad Portuaria y no defraudó. La excusa fue la presentación de una convocatoria para una inversión de cerca de medio millón de euros en actividades que impulsarán la visibilidad del Puerto de Huelva y ayudarán a fomentar diversas actividades sociales y culturales en torno a la misma. En total, 180.000 euros de ayudas que junto con las actuaciones de divulgación, llegan a los 400.000 euros. No obstante, Majarabique, como no podía ser de otra manera, se convirtió en el eje de una comparecencia que, como no podía resultar de otra forma, no difiere mucho de las escuchadas en ese mismo lugar por su antecesor en el cargo. Sea como fuere, siempre es esperanzador que quien ha recogido el mando de la institución, no se separe demasiado de la actuación más importante emprendida por la Autoridad Portuaria onubense en toda su historia, el primero para apostar por el reforzamiento de una actividad logística que, según se escuchó ayer, tendrá su continuidad, ya que calificó la explotación de la zona como algo "esencial e imprescindible para el futuro del Puerto".

José Luis Ramos lo tiene meridianamente claro y su gestión estará basada en los tres pilares sobre los que se sustenta la actividad portuaria en general, "intermodalidad, conectividad y logística; para todos ellos es fundamental la conexión ferroviaria de Majarabique". Una buena prueba de ello es que, tal y como adelantó Huelva Información, "estamos en 30 trenes al mes y tenemos como objetivo llegar a los 40, apenas tres meses después de su puesta en funcionamiento, es decir, apostamos de una manera decidida por la conectividad entre carretera, tren y marítima". Todo ello está encaminado a conseguir a corto plazo uno de los objetivos más ambiciosos que se plantea al frente de Puerto onubense y es conseguir que éste "sea el principal del sudoeste español y europeo, un pilar fundamental en el sistema portuario nacional e internacional", algo que no se puede lograr con una apuesta por el tráfico de graneles, tradicional actividad en los muelles de Huelva, sino con una expansión y continuidad en lo iniciado en el Muelle Sur.

En este sentido, Ramos quiso actualizar las previsiones realizadas sobre el movimiento de contenedores que transitarán por dichas instalaciones durante un ejercicio al que le queda por contabilizar un trimestre para poder cerrarlo con unos números que significarán nuevos récords para la actividad portuaria, tanto en el tráfico general que se sustenta en los graneles sólidos y líquidos (no sería nada descabellado que se acercaran a los 32 millones de toneladas) y especialmente en lo que se refiere al número de contenedores. La previsión lanzada a primeros de año llegaba a las 50.000 unidades y después de la entrada en servicio de Majarabique, se subió hasta los 55.000. La primera cifra aventurada por Ramos, apunta a unos más que optimistas 60.000. Si se tiene en cuenta que durante todo el año pasado se llegaron a superar ligeramente los 11.800 y que hasta septiembre se alcanzaron los 40.000, a una media de más de 6.000 mensuales, no parece una cifra inalcanzable; tampoco lo es conseguir en el año 2018 llegar por primera vez a las seis cifras, un objetivo ambicioso pero perfectamente factible.

En esta línea, Ramos recordó la ampliación adelantada por Huelva Información de las instalaciones de Majarabique en favor de la concesionaria Termisur en unos 11.000 metros cuadrados más, ya que en la actualidad tienen problemas de espacio dada la buena operatividad de la zona y adelantó que "los planes llevados a cabo para ampliar y desarrollar las actividades en el Muelle Sur, contemplan una ampliación de la superficie que pasará de los actuales 30.000 metros cuadrados a los más de 150.000 en un periodo de entre año y medio y dos años". Eso dejaría en un segundo plano una de las aspiraciones señaladas en el pasado mandato, como era el conseguir una zona franca para evitar la doble tributación a la hora de mover las mercancías luego de haber llegado al Puerto. En este sentido, Ramos quiso apostar claramente "por una zona logística (ZAL) antes que por una zona franca para aprovechar todas las potencialidades de creación de riqueza y empleo de la zona".

En un intento por escapar de la polémica que surgió cuando se concedió a Huelva la explotación del área logística en Sevilla por parte de instituciones y actores económicos hispalenses, Ramos reconoció que "el presidente del puerto de Sevilla, Manuel Gracia, me telefoneó al poco de conocerse su nombramiento" y añadió que su pretensión se centra en el hecho de demostrar "que la explotación de Majarabique no sólo es vital para le Puerto de Huelva, sino que también lo es para Sevilla y para Andalucía; eso es lo que creo que debe quedar claro y que nuestros esfuerzos deben ir encaminados a desarrollar esa posición estratégica que tenemos en Andalucía y pelear por la conectividad de la misma tanto con el Corredor Mediterráneo como con el Atlántico. Esas son nuestras potencialidades y así ha sido reconocido también por las autoridades europeas que hayan incluido al Puerto de Huelva en la Red Transeuropea de Transporte. Ya somos un puerto importante, pero pretendemos seguir en la agenda como un punto estratégico, por lo que vamos a necesitar toda la ayuda posible a la hora de conseguir unos objetivos que dependen de esas infraestructuras".