Huelva

Las plantillas de los dos hospitales se reestructurarán en octubre

  • Los trabajadores recibirán en julio una carta donde se les adelantará su ubicación

Realización de un TAC en el Juan Ramón Jiménez.

Realización de un TAC en el Juan Ramón Jiménez. / h. información

El próximo mes de julio será crucial para buena parte de la plantilla de los dos hospitales de la ciudad. Este mes se juega parte de su destino profesional, pues tanto las gerencias de esos centros sanitarios como los representantes de los trabajadores abordarán el lugar en el que definitivamente realizarán su labor.

En la reunión que el pasado lunes mantuvieron los representantes de los trabajadores en ambos hospitales junto a los del SAS, el subdirector de Profesionales del Servicio Andaluz de salud, Arturo Enrique Domínguez, anunció que se remitirá a todos los trabajadores una carta en la que se les indicará su lugar de adscripción profesional, es decir, el hospital al que pertenecen, o en otras palabras: dónde tienen su plaza. Aunque será en este próximo mes cuando la plantilla reciba este documento, se les informa asimismo de que la medida no se hará efectiva hasta el 1 de octubre.

Este es un paso fundamental para atajar uno de los pasos más complicados en el proceso de desfusión hospitalaria, que se activó hace escasos meses como consecuencia de la sentencia del TSJA que anulaba la orden de fusión que se publicó en diciembre de 2014. Precisamente, la carta de julio será enviada a todos aquellos trabajadores que desempeñaban su actividad en cualquiera de los dos hospitales en fecha de la orden de la Consejería de Salud, cuya cifra gira en torno a los 3.100. En este contingente de trabajadores figuran todos los tipos de relación laboral. Todos ellos recibieron en aquel entonces una notificación en la que se les informaba de que habían pasado a formar parte del Complejo Hospitalario de Huelva (CHUH) que englobaba al Juan Ramón Jiménez y al Infanta Elena, justo lo que ahora hay que desandar.

El escrito que se enviará el próximo mes indicará a cada trabajador a qué hospital vuelve a pertenecer lo que, en principio, no debería causar mayores complicaciones. Sin embargo, los problemas pueden surgir en aquellos casos en los que la fusión de las unidades entre ambos hospitales haya provocado el desplazamiento de un sitio a otro, lo que ya en su momento fue objeto de gran polémica porque siempre se invocó a la voluntariedad de cada profesional, lo que los sindicatos cuestionaron.

Para el presidente de Satse-Huelva, Antonio Botello, es prioritario que "nos comuniquen de una manera definitiva y completa cuáles van a ser las carteras de servicios que van a incluir cada uno de los hospitales y que se diga cuál es la dotación de personal necesaria". "Esa es la manera -añadió el presidente del Sindicato de Enfermería- en la que podremos saber cuáles son las necesidades de personal y si es preciso que algunos profesionales permanezcan allí donde se les destinó con motivo del proceso de fusión".

Sea cual sea el caso, es decir, si el profesional regresa a su lugar de origen o permanece en aquel en el que fue destinado como consecuencia de la fusión, el escrito de julio, que se hará efectivo el 1 de octubre, le indicará que su plaza está en el sitio donde se encontraba antes de la fecha de la orden de fusión. Otro tema será ver cómo se puede quedar en el lugar actual, si no coincide con su plaza original, si así lo deseara y hubiera posibilidades para cumplir con su voluntad.

Mención especial en todo ello tendrán los trabajadores del Área Materno-Infantil, que ha desaparecido del Infanta Elena para aglutinarse en el Juan Ramón. En este caso, la Administración puede invocar un decreto, en concreto el 136, de 2001 sobre reorganización funcional, de manera que sí es factible el cambio de plaza y esa plantilla pasará a ser del Juan Ramón Jiménez aunque en origen tuvieran su plaza en el Infanta.

Botello añadió que se buscará el principio de voluntariedad de los trabajadores, si bien habrá que tener en cuenta las necesidades que tengan las unidades. De ahí la urgencia de que desde las direcciones de los dos hospitales implicados se sepan cuanto antes las dimensiones y necesidades de las respectivas carteras de servicios.

Fuera de todo este proceso se encuentran todos aquellos profesionales que han sido objeto de contratos a partir de la orden de fusión. Para éstos, sus vínculos laborales ya se realizaban de manera directa y en nombre del CHUH. Esto supondrá otro frente abierto en la negociación, ya que otro de los aspectos que habrá que dilucidar es qué criterios se habrán de aplicar para el reparto de estos profesionales entre los dos hospitales implicados.

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