Las víctimas de la violencia machista cada vez son más valientes y están más concienciadas. Ellas y su entorno. Los números hablan: solo el año pasado los juzgados onubenses contabilizaron 2.345 víctimas de malos tratos en la provincia. Son 441 más que un año antes, un 23,2% más.

Así consta en los datos del Observatorio contra la Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), analizados por este periódico. Que haya más víctimas inventariadas no significa, sin embargo, que haya más o menos terrorismo machista. De hecho, es imposible evaluar lo que suele suceder en la intimidad del hogar. Lo que sí indica este dato es que "las campañas de sensibilización están cumpliendo su cometido", apunta a Huelva Información el magistrado titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer 1 de Huelva, Ricardo Ruiz.

Las campañas de sensibilización están cumpliendo su cometido"

La presidenta de Miriadas, Manuela Noguera, ya evidenció que "la información se da cada vez más y se invita a que sea la víctima la que denuncie, a que no aguante ni un bofetón ni un insulto, y esto se está metiendo en las conciencias de quienes viven esa situación".

Si a esto se le suma, como manifiesta Ricardo Ruiz, que con la reforma del Código Penal en 2015 se introdujeron nuevos tipos delictivos "que incrementaron los asuntos por los que una mujer víctima puede acudir al juzgado", se obtiene la radiografía completa para entender por qué la cifra de perjudicadas va creciendo año a año.

Huelva clausuró 2017 con 1.421 delitos de lesiones y malos tratos ingresados en los órganos judiciales, otros 159 contra la libertad de la mujer, 27 contra la integridad moral, 20 contra los derechos y deberes familiares, 14 contra la libertad e indemnidad sexuales y 13 contra la intimidad y el derecho a la imagen, entre otros.

El 81% de las denunciantes es español. El 19% restante, 447 mujeres, extranjero. El Observatorio del Poder Judicial destaca que los juzgados onubenses recibieron 2.394 denuncias. Llama la atención en la comparativa interanual el espectacular crecimiento experimentado por las denuncias presentadas directamente por la víctima en los juzgados; de 20 en 2016 a 118 en 2017, 5,9 veces más. Sin embargo, siguen siendo solo el 4,9% del global de delaciones.

También aumenta el montante presentado por familiares de las perjudicadas, que se duplican y pasan de 15 a 30. Las campañas de concienciación van calando.

El 73% de las denuncias proceden de los atestados de la Guardia Civil y la Policía Nacional, 1.747 en total de los que 1.310 conllevaba la denuncia de la víctima, un 28,7% más que en 2016. De nuevo se hace patente el paso adelante de las mujeres maltratadas para salir del pozo de sufrimiento y terror en el que están sumidas. Otros 29 atestados llevaban aparejados la denuncia de los familiares y otros 523 se generaron por intervención policial directa.

Aumentan además, según los datos del CGPJ, los partes de lesiones remitidos por los sanitarios a los juzgados onubenses. Fueron 307 el año pasado, un 30,6% más. Y los que proceden de los servicios de asistencia a las víctimas o de terceros, que fueron 192, un 140% más.

Cada vez son menos las mujeres que renuncian al proceso judicial contra sus maltratadores. De 187 declinaciones en 2016 se ha pasado en Huelva a 107, el 42,8% menos.

En nuestra provincia hay cinco juzgados de Primera Instancia e Instrucción (el 1 de Aracena, el 3 de Ayamonte, el 3 de La Palma, el 1 de Moguer y el 1 de Valverde del Camino) especializados en violencia machista, además del órgano exclusivo de Huelva, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer 1 que dirige Ricardo Ruiz. Estos ingresaron 2.608 asuntos penales en 2017 e incrementaron su capacidad de resolución de los procedimientos en un 12,3%, dando salida a 3.026 expedientes y rebajando la pendencia a 669 (-17,9%).

Los asuntos graves se dirimen en el Juzgado de lo Penal 3 de Huelva, especialista en violencia de género, donde se registraron el ejercicio pasado 407 asuntos, 195 de ellos procedimientos abreviados y 212 juicios rápidos. Es llamativo que haya decrecido un 65% el número de casos en que la víctima se acoge a la dispensa de la obligación de declarar como testigo contra su maltratador, de 20 se ha pasado a solo siete.

Los asuntos de máxima gravedad llegan a la Audiencia Provincial. Son los sumarios y solo se ingresó uno el año pasado. El tribunal provincial decide también sobre los recursos que presentan los agresores, 99 en 2017: solo diez de ellos fueron estimados, todos contra sentencias condenatorias.

Los jueces de Huelva decretaron el archivo definitivo de 252 casos el año pasado: 168 de ellos por no encontrar indicios racionales de haberse cometido delito, 70 porque el hecho denunciado no era delictivo y 14 por la exención de responsabilidad criminal del encausado.

En lo que a la relación de la víctima con el denunciado se refiere, el Observatorio detecta la mayor proporción en aquellos que tuvieron una relación afectiva ya inexistente, el 36,9% del total, a los que siguen en importancia los que son novios, el 33,1%, y los que son cónyuges (25,1%). Entre los exmatrimonios el impacto es solo del 4,8%.

En materia de violencia de género es habitual que hasta la celebración del juicio se dicten medidas cautelares acordando, por ejemplo, la prohibición de acercase a la víctima. Su incumplimiento provoca la comisión de un nuevo delito, el de quebrantamiento. En Huelva los quebrantamientos de medidas y de condena llegaron a ser 310 el ejercicio pasado, un 13,1% más que en 2016.

No obstante, aunque el quebrantamiento de penas sigue aumentando (+60,6% en doce meses) y se situó en los 151 asuntos, el de medidas se rebajó un 11,7%, quedándose en 159.