La nao Santa María volverá a surcar el océano Atlántico 526 años después de la gesta colombina. Con unas jornadas de puertas abiertas la réplica de la embarcación, capitaneada por Cristóbal Colón en 1492 y que quedó encallada en la isla La Española, iniciará su ruta marítima. Más de 2.700 personas visitaron entre el viernes y el sábado la nave en el Muelle de Levante, en Huelva, primera parada tras su botadura el pasado 16 de marzo en los astilleros de Punta Umbría, donde fue construida. Hasta el día 29 permaneció en el Muelle de las Canoas de la localidad costera.

Aunque el tiempo no acompañó, fueron cerca de setecientos los visitantes registrados el viernes en las cuatro horas que estuvo abierta la embarcación. Ayer la visitaron 2.050.

El navío, con una eslora de 28,30 metros y una manga de 7,96 metros, está realizado en fibra de vidrio y revestido de madera. La construcción de la réplica de la nave, promovida por la Fundación Nao Victoria, se llevó a cabo con la colaboración de la Diputación Provincial de Huelva y la Fundación Cajasol.

La próxima semana la embarcación viajará a Sevilla, desde donde se dirigirá a La Palma, y de allí a San Juan (Puerto Rico) y continuará su ruta por la costa este de Estados Unidos, recalando en lugares como Filadelfia, Nueva York, Miami y San Agustín, promocionando la provincia onubense: su historia, cultura, tradiciones y su rico patrimonio.

La tripulación estará formada por veinte personas, entre las que habrá marinos profesionales, entre ellos el capitán; alumnos de escuelas náuticas, para realizar sus días de mar, y voluntarios, tripulantes con edades comprendidas entre los sesenta y cinco años y veintitantos. Entre el voluntariado hay ciudadanos a los que les apasiona el mar y navegar, a otros la historia y también hay fotógrafos.

Las personas que subieron a bordo de esta embarcación, en el Muelle de Levante, pudieron caminar por sus cubiertas, ver todos los detalles de la nave e imaginar cómo pudo ser la vida a bordo en el siglo XV. Accedieron por la tolda, la cubierta donde se encuentra el sistema de gobierno. La nave se gobierna con el pinzote.

En la tolda se ubica el camarote del capitán y puente de mando, al que se ha dotado de todos los avances tecnológicos. En un camarote como ese Cristóbal Colón "trabajaba con sus cartas de navegación y tenía todos los documentos importantes que llevaba a bordo", apuntó Sole Gea, responsable de logística, que explicó que la nao, que actualmente puede ir a vela o a motor, navegará a vela siempre que los vientos sean favorables. Señaló que con las velas puede coger una velocidad media de entre cinco y seis nudos.

Entre las ventanas del camarote del capitán destaca una vidriera con el escudo de Castilla y León. En el interior del mismo, se reproduce el catre original.

Sobre la tolda va la toldilla, y debajo de la primera la cubierta principal o convés, "donde vivía la marinería", indicó Gea, que comentó que los oficiales dormían a cubierto y el resto a la intemperie. En la cubierta principal hay cuatro reproducciones de cañones, así como lombardas, que no están expuestas. La otra cubierta es el castillo de proa.

La actual tripulación dormirá en la bodega, que es donde hará su vida a bordo.