sanidad

Para que llegue la sangre a los pulmones

  • El Juan Ramón Jiménez se pone en la vanguardia del tratamiento de los trombos en arterias pulmonares

  • La técnica evita la hipertensión en ese órgano

El Hospital Juan Ramón Jiménez se ha puesto en la vanguardia del tratamiento de los coágulos que se pueden formar en los pulmones tras un episodio de embolia, y que provocan una elevación de la hipertensión de este órgano.

De la mano del Doce de Octubre de Madrid, la Unidad de Hemodinámica se ha adentrado en un tipo de intervenciones que causan un enorme salto en la calidad de vida de estas personas.

Precisamente ayer se procedió a la segunda intervención del primer paciente onubense. El procedimiento que se realiza consiste en una angioplastia pulmonar, lo que supone la realización de un cateterismo y dejar así vía libre a la sangre en aquellas arterias más pequeñas que se encuentran obstruidas. Con el cateterismo se dilatan esas arterias pulmonares para romper los trombos, lo que se lleva a cabo con un balón que se infla a su paso por las mismas. Esto es lo que permite que la sangre circule mejor y que la presión arterial pulmonar descienda.

La técnica está destinada a pacientes que no pueden ser sometidos a la cirugía tradicional y para los que hasta hace poco no se contaba con ninguna opción terapéutica más allá del tratamiento farmacológico. Con la angioplastia, que se realiza en varias sesiones, se reduce considerablemente esa necesidad de medicamentos, se mejora la calidad de vida y la capacidad física.

Los síntomas más frecuentes de la hipertensión pulmonar tromboembólica son disnea (falta de aire) habitualmente con el ejercicio, dolor en el pecho y en algunas ocasiones puede llegar al síncope (pérdida de conocimiento), lo que se asemeja a una angina de pecho. Con el paso del tiempo este aumento de presión de la sangre a nivel de la arteria pulmonar puede producir un fracaso del corazón, manifestando síntomas de insuficiencia cardiaca graves como edemas generalizados, debilidad o cansancio, por lo que resulta muy invalidante.

Se trata de una enfermedad poco frecuente aunque también está infradiagnosticada, ya que esta casuística se presenta de 17 a 21 pacientes por millón de habitantes en Europa. En España se diagnostican 8,4 casos por millón de habitantes, con un crecimiento sostenido en los últimos años debido, fundamentalmente, a la mejora de las técnicas de diagnóstico con las que cuentan los especialistas. Pese a que la incidencia pueda ser pequeña, tanto la especialista del Doce de Octubre, Maite Velázquez, como el jefe de Cardiología del Juan Ramón, José Díaz, enfatizaron en el hecho de que la oferta de esta alternativa terapéutica conllevará un incremento de candidatos a ser sometidos a esta intervención. De hecho, el ritmo de pacientes tratados en el Doce de Octubre es de 60 al año tras cuatro años de experiencia y en el Juan Ramón Jiménez ya hay cuatro listos para ser intervenidos. El tratamiento consta de una media de cinco procedimientos por paciente, ya que "no se puede tratar más de un lóbulo a la vez", apuntó Díaz.

Un aspecto logístico nada desdeñable es que con la apertura de este flanco terapéutico en el Juan Ramón Jiménez, se evitarán desplazamientos a otros lugares para ser sometidos a esta intervención.

Esta nueva técnica realizada en la Unidad de Cardiología se suma a otras actuaciones que se han venido desarrollando en el último año y que beneficiarán a pacientes cardiológicos, es el caso de la puesta en marcha de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca, el Hospital de Día Médico o la futura nueva Unidad de Cuidados Intermedios.

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