Ocho años y medio de cárcel por llevar en su coche dos kilos de cocaína. Es la pena a la que se enfrenta un joven onubense de 32 años, que atiende a las iniciales J.F.R.C. y carece de antecedentes penales, según consta en el escrito de acusación elaborado por la Fiscalía onubense y al que ha tenido acceso Huelva Información.

En su escueto escrito de calificación, el Ministerio Público detalla que el acusado fue interceptado por agentes de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional el 24 de abril en torno a las 21:00. Ocurrió en la calle Camarones de la capital, adscrita a la zona del Hotel Suárez, en la barriada de Marismas del Odiel.

Conducía de forma temeraria, a gran velocidad y haciendo maniobras imprudentes, lo que llamó la atención de los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía. J.F.R.C. iba al volante del coche de la empresa de fontanería de su padre.

Cuando le dieron el alto se puso nervioso y levantó las sospechas de los agentes. Procedieron a registrar su coche. Bajo los asientos traseros portaba "dos placas envueltas en plástico transparente" -afirma el fiscal- que contenían cocaína de gran pureza, del 77,1% y del 76,1%, respectivamente, tras los análisis realizados. La droga, de ser la de habitual venta en la calle (con pureza del 44%) hubiera alcanzado en el mercado ilícito los 119.238 euros, como mínimo.

Fue arrestado y ha permanecido en prisión provisional comunicada y sin fianza hasta ahora. Mañana se celebrará el juicio en la sala de vistas de la Sección Tercera de la Audiencia de Huelva, según precisaron fuentes judiciales a este rotativo.

El fiscal estima que el porte de los dos kilos de cocaína es constitutivo de un delito contra la salud pública de sustancias que causan grave daño a la salud, en cantidad de notoria importancia, por lo que solicita al tribunal que le imponga una pena de ocho años y seis meses de prisión y una multa de 516.952 euros, además de hacer frente a las costas del procedimiento.